Fue una noche especial en el Nuevo Gasómetro. San Lorenzo se hizo fuerte de local y derrotó 1-0 al líder de la Zona B de la Copa de la Liga, Godoy Cruz, gracias a un gol de Cristian Tarragona. En el segundo tiempo y en el cierre hubo un reclamo generalizado de los jugadores del Tomba al árbitro que marcaron la gran polémica en el Bajo Flores.
El reclamo de todo Gody Cruz al juez Andrés Gariano tuvo un motivo claro y se debió a un insólito fallo ante el San Lorenzo de Rubén Darío Insúa. Hubo una acción a los 27 minutos del segundo período que provocó mucha bronca en el líder del Grupo B de la Copa de la Liga.
En el postergado de la novena fecha, se dio un final caliente por el rol determinante que tuvo el arbitraje de Gariano, quien primero no cobró el tanto de Tarragona, que sí fue convalidado a instancias del VAR, administrado por el juez Franco Acita.
Tras esa polémica y la demora citada, Godoy Cruz presionó la salida por la izquierda del defensor Malcom Braida, quien le dio un claro pase atrás a Facundo Altamirano. El arquero, ante la cercanía de Tomás Badaloni decidió tomar la pelota con la mano en el borde del área chica. Pero el juez no cobró el tiro libre indirecto y desató la bronca de los jugadores visitantes.
Inmediatamente, todos los jugadores del Tomba protestaron, aún más cuando el balón salió luego del campo, pero ni el juez de línea ni el principal habían tomado nota de una jugada que claramente correspondía derivar en tiro libre indirecto desde adentro del área.
"¡Era un penal, un penal con barrera", se le escuchó decir a Tomás Conechny, quien junto con Badaloni eran los más enojados con lo sucedido.
Así, el cierre del encuentro en el Estadio Pedro Bidegain fue muy caliente porque Godoy Cruz se sintió claramente perjudicado.