Erling Haaland vio las dos caras del fútbol en el duelo entre Manchester City y Bayern Munich por los cuartos de final de la UEFA Champions League. Primero falló un penal y luego abrió el marcador y sentenció la clasificación de su equipo a semifinales.
El noruego perdió una oportunidad clarísima de definir la serie a los 35 minutos del primer tiempo en Munich. Le pegó muy fuerte y arriba y ni siquiera le acertó al arco de Yann Sommer.
El penal fue provocado por Dayot Upamecano, que continuó su mal momento tras la mala actuación del juego de ida, y cometió una mano en el área.
Haaland había convertido el único penal que tuvo en esta Champions, en la que es el máximo artillero con 11 tantos.
Su recuperación llegó enseguida. A los 12 de la segunda mitad, coronó un gran contragolpe iniciado por Rodri y, tras otro error de Upamecano, convirtió el primer gol del partido.
Así, llegó a 12 goles en la Champions League, en la que es el máximo artillero.
Es el tercer penal fallado en la vuelta de cuartos de final, ya que en el duelo entre Napoli y AC Milan desperdiciaron uno cada uno.