Barcelona conquistó este martes una victoria repleta de épica ante Benfica, en el mejor partido de esta fecha de la UEFA Champions League 2024/25, tras remontar un 4-2 en contra y terminar ganando 5-4 con un gol de Raphinha en tiempo de descuento en el Estadio Da Luz, para asegurarse un lugar en octavos de final.
El choque fue extremadamente divertido, porque no hubo pasajes de tranquilidad. Ambos entrenadores deben haber quedado preocupados por las equivocaciones defensivas pero eso, al fanático del fútbol, no le importa.
Benfica pegó temprano con un gol de gran factura del griego Vangelis Pavlidis, y a partir de ahí se desencadenó una catarata de tantos. Empató de penal el polaco Robert Lewandowski a los 13 y luego llegó el primero de los muchos errores defensivos que se registraron en el encuentro.
Szczesny se llevó puesto a Balde, la pelota quedó suelta y Pavlidis, que acompañaba la jugada, se encontró con el regalito y no lo desperdició.
En el encuentro, los errores tuvieron supremacía sobre los aciertos.
El tercer tanto de Benfica fue la concreción del triplete de Pavlidis y todo parecía encaminado para que el local se quedara con la victoria.
Todavía había mucho por venir.
Ya en el segundo tiempo, el que cometería un error garrafal sería el portero del conjunto luso, el ucraniano Anatoliy Trubin, quien intentó despejar una pelota con los pies y le salió hacia donde estaba parado Raphinha. El único mérito del brasileño fue poner firme el pie, porque el balón le rebotó y se metió en el arco. Era el preludio de una noche mágica del delantero verdeamarelho.
Resurgió la esperanza culé pero enseguida pareció que era solamente un oasis, ya que un nuevo blooper en defensa terminó con un gol en contra de Ronald Araujo.
Los minutos pasaron y a los 77 el Blaugrana seguía cayendo por 4-2. Parecía todo perdido.
Sin embargo, Benfica se perdió un par de chances propicias y no supo cerrar el pleito. Eso, ante un rival de los quilates de Barça puede ser letal. Y lo fue.
Un penal tonto le permitió a Lewandowski completar su doblete personal y revivir al conjunto español.
Eric Garcia puso el impensado 4-4 a los 87 pero los hombres de Hansi Flick no se conformaron.
Una jugada confusa, en la que todo Benfica pidió penal, derivó en un contraataque muy rápido de Barcelona en el que Raphinha se escapó por derecha, enganchó hacia el medio, dejó en el camino a un defensor y definió a quemarropas para convertir en noche mágica lo que en algún momento parecía un encuentro para el olvido de su equipo.