El polaco Wojciech Szczesny, titular este martes en Barcelona, cometió un grave error a los 22 minutos y le dejó servido en bandeja el segundo gol a Benfica, algo que no desaprovechó el griego Vangelis Pavlidis. Fue en el encuentro de la séptima fecha de la fase liga de la UEFA Champions League 2024/25 que el Culé le terminaría ganando de forma épica al conjunto luso.
Por algún motivo desconocido, Szczesny creyó necesario salir desesperadamente a cortar un pelotazo frontal que Nicolás Otamendi había enviado desde las cercanías de su área para buscar al turco Kerem Akturkoglu. Lo inexplicable es que no se haya dado cuenta de que Balde, su compañero, ya tenía dominada la acción. El polaco, flojo de visión periférica, solamente observó el balón y, cuando lo fue a agarrar, se encontró con la humanidad de socio.
Akturkoglu había quedado afuera de la jugada, convencido de que la pelota no le iba a llegar. Sin embargo, Pavlidis había acompañado y se encontró ese balón suelto como regalito. No lo iba a despreciar: se llevó el esférico y encaró solo hacia la meta rival para convertir uno de los tantos más fáciles de su vida.
Siete minutos más tarde, Szczesny demostraría que -definitivamente- estaba en una noche para el olvido, ya que le cometió penal a un Akturkoglu que ingresaba por la derecha del área, sin posición clara para rematar. Nobleza obliga, la verdad es que no quedó claro si lo tocó o no. Si lo hizo, fue apenas un roce. Pero para el VAR fue suficiente.