"Tranquilo y orgulloso", a pesar del empate con sabor a derrota ante Everton que privó a la Universidad de Chile de prolongar la lucha por el título. Así expresó Gustavo Álvarez sus sensaciones tras el encuentro que terminó con los Azules cediendo el Campeonato Nacional.
"Lo primero que nos faltó fue controlar el juego y lo segundo fue el gol. ¿Cómo estamos? Tranquilos y equilibrados, como todo el año. El fútbol y el deporte tienen los resultados como destino, pero para mí como entrenador es mucho más importante el camino que se recorre... No me cambia lo que pienso del plantel, del club, de los funcionarios, el staff y el cuerpo técnico no haber podido ganar hoy", indicó.
En esa misma línea, el estratega argentino añadió: "Me siento tranquilo y orgulloso de este equipo, que jugó como equipo grande y representó proporcionalmente a la magnitud de este club".
Al ser consultado por el gol anulado a Leandro Fernández, que significaba el triunfo en la hora y un partido de definición, Álvarez señaló que "el lugar fácil y común sería justificarme, enojarme con los árbitros y decir que perdimos por ese gol anulado, pero sería traicionarme a mí mismo, y no soy así".
Por último, el entrenador de los laicos no quiso opinar respecto a los rendimientos individuales cuando se le preguntó por el escaso aporte de Luciano Pons, el refuerzo más resistido al cerrar la temporada.
"Esperemos que terminemos la temporada, descansar un poco y de ahí hacer un análisis bien detallado de todo, del funcionamiento colectivo del equipo, de los rendimientos individuales de los jugadores, autocrítica nuestra como cuerpo técnico, etcétera", cerró.