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Entre sus preferidos: Diego Maradona recuerda el gol al Pereira con Argentinos

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Diego Armando Maradona murió a los 60 años después de sufrir una descompensación en su domicilio (miércoles 25 de noviembre de 2020).

El astro argentino dejó en Colombia un golazo del que aún se habla por su categoría. Lo marcó en un amistoso ante Pereira en 1980.

Para “El Pelusa” la anotación que más recuerda por su calidad se dio en un partido amistoso que se disputó entre Argentinos Juniors y el Deportivo Pereira, en el estadio Hernán Ramírez Villegas, en un cuadrangular de pretemporada en el que también participaron América y Deportivo Cali.

Maradona, que defendía los colores del ‘Bicho de La Paternal’, llegaba a Colombia con tan solamente 20 años y sin el reconocimiento internacional que conseguiría unos años más adelante. Sin embargo, su talento ya era distinguido en muchas partes del mundo y este sello lo dejaría grabado por siempre en la ciudad de Pereira.

El partido se disputó el 19 de febrero de 1980 y terminó igualado 4-4. Ese día Maradona marcó una tripleta y el último de ellos fue el más espectacular. Años más tarde empezaría a circular un video con el golazo y con la narración inconfundible de Edgar Perea.

Según describió el excapitán de la Selección Argentina, el tanto se originó desde la mitad de la cancha, con una gran jugada individual en la que empezó a dejar rivales en el camino y poco a poco se fue acercando al área del equipo colombiano, en donde regateó al portero y definió con el arco vacío.

“Íbamos perdiendo y remontamos un partido 3-3 y después ganábamos 4-3 con ese gol. Fue desde la mitad de la cancha, me tiraban de todo, patadas voladoras…y claro cuando me tiraban yo iba pinchando la pelota e iban quedando en el piso, en la foto está cuando yo la empujo, me paso al arquero y están todos tirados en fila”, describió Maradona.

En su relato agregó que no se encontraba bien físicamente, debido a que tenía un problema en su dedo gordo del pie izquierdo y no estaba para jugar. Sin embargo, se hizo infiltrar para poder jugar, ya que su presencia en la cancha era necesaria para que al equipo cobrara el dinero por su actuación en el torneo.

“Yo no tenía que jugar, pero lo hice porque entonces no nos pagaban y los muchachos no cobraban. Yo tenía el dedo gordo negro, porque me habían pisado, y me tuvo que infiltrar el doctor Madero, pero no me hizo nada porque no daba para la infiltrada”, explicó el 10’ en una entrevista de un medio argentino.