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Argentina protagoniza una película de terror

BELO HORIZONTE (Enviado especial) – Nervios. Desesperacíon. Impaciencia. No son sentimientos que genera únicamente ver un thriller en el cine o en el sillón de casa. Son también el fiel reflejo de este presente de la Selección Argentina.

“Tenemos la suerte de todavía estar vivos”, admitió Lionel Scaloni. Y en ese rapto de sinceridad, confirma que el “asesino” de la película se apiadó de su equipo. Porque si Franco Armani no se ponía el traje de héroe que suele usar en River y Derlis González anotaba ese penal, hoy estaríamos relatando el triste final del film rodado en las canchas de Brasil, durante la Copa América.

Los actores de reparto no tienen una gran trayectoria con el vestuario celeste y blanco. Por eso sus intervenciones se limitan a breves “bolos”, muchas veces sin que ni siquiera los tome la cámara. El peso de las escenas recae exclusivamente sobre el único ganador de varios Oscars: Lionel Messi. Pero claro, no siempre puede deshacerse él solo de tantos villanos.

Más allá del flojo nivel de los intérpretes, hay una clara falla en la dirección. No se puede cambiar permanentemente el guión. No es inteligente exigir roles a los que los protagonistas no están acostumbrados. Eso genera confusión. Y la confusión provoca vulnerabilidad.

“Para nosotros es como que la Copa no empezó”, consideró el entrenador después de la derrota frente a Colombia en el debut. La frase sigue vigente después de los 90 minutos contra Paraguay. El DT pateó el tablero y metió mano sin pensar en los pesados nombres propios, pero se repitieron errores de Salvador. Un equipo sin ideas ni asociaciones para lastimar, que queda expuesto con su fragilidad defensiva y que sufre de sobremanera los golpes.

En todo su derecho, Scaloni decidió sentar a Di María y Agüero en el banco. Pero antes de los 35 minutos de juego, ya los mandó a la entrada en calor. Pasaron de descartados a ser la primera opción de torcer el rumbo. A Pereyra, una de sus apuestas, lo bancó solamente 45 minutos. Cuando Argentina comenzaba a arrinconar a la Albirroja con Messi, Lautaro Martínez y Kun de punta, prefirió cuidarse atrás. Contra Colombia pecó por no poner al exRacing junto al goleador del City y en este partido, la saludable intención de reforzar la ofensiva solo duró 20 minutos.

El 1-1 del Mineirao deja sabor a poco por la imperiosa necesidad que tenía Argentina de recuperarse del tropiezo inicial. Sin embargo, el desarrollo del juego permite creer que el resultado pudo haber sido mucho peor.

Como dijo Scaloni, la Selección tiene la “suerte” de seguir con vida. La Copa América ya empezó hace casi una semana y hasta el momento, no hicieron nada para ayudarla. A la actuación albiceleste todavía le queda una escena importante frente a Qatar. Dependerá de la Selección que la película no termine siendo un corto.