Fluminense le solicitó a la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) la anulación de la expulsión a Marcelo, que en una fortuita acción de juego le generó una impactante lesión a Luciano Sánchez, de Argentinos Juniors, por la ida de los octavos de final de la CONMEBOL Libertadores.
El conjunto carioca, que rescató un empate frente al Bicho en La Paternal (1-1), elevó un pedido al ente rector del fútbol a nivel continental, según informó el medio local Globo Esporte, que añadió que el elenco tricolor tenía hasta la noche de este miércoles para realizar la diligencia.
A los 13 minutos del complemento y rápida revisión en el VAR mediante, al árbitro chileno Piero Maza le mostró la tarjeta roja al ex lateral izquierdo del Real Madrid por una infracción sobre Sánchez, que sufrió una luxación completa en la rodilla derecha y estará alrededor de un año sin jugar.
Aunque "internamente no hay mucha confianza con la anulación de la expulsión", el Flu "espera contar con Marcelo en el partido de vuelta", que se disputará desde las 19 horas del próximo martes 8 de agosto en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro.
A pesar de que en la jugada queda claro que el brasileño, expulsado por "juego brusco grave", según detalló Maza en su informe, no tuvo intenciones de lesionar a Sänchez, es muy poco probable que CONMEBOL revierta el fallo.
No obstante, la sanción será analizada por la Comisión Disciplinaria de la CONMEBOL, que podría mantener la suspensión, ampliarla, reducirla o anularla.
Después de la jugada, que dejó a Marcelo muy compungido, pidiéndole perdón a Sánchez por distintos medios, Fernando Diniz y Felipe Melo, entrenador y referente de Fluminense, criticaron la expulsión.
En diálogo con ESPN, el volante señaló que fue un accidente y agregó: “No me puedo creer que el árbitro haya tenido la caradurez de expulsarlo. Pero en estos momentos lo más importante es la recuperación del atleta porque fue muy feo. De verdad voy a pedirle a Dios para que se mejore y regrese al campo lo más pronto posible”.
Diniz, por su parte, consideró "absurda" y "una locura" la tarjeta roja, ya que su jugador "no podía hacer nada para evitar la lesión".