El zaguero está contando con minutos dentro del Saprissa donde le tienen altas expectativas
En la cancha es donde Gerald Taylor se siente feliz y donde ha convencido a una afición entera de que el Saprissa tiene un defensa para el futuro.
Fuera de ella, el joven defensor ya encontró un sitio donde puede sentirse como en casa, a pesar de que se encuentra a 250 km aproximadamente de su querido Manzanillo, Limón.
Se trata de un restaurante llamado Maxis By Ricky, ubicado en Santa Ana, lugar al que Taylor acude para disfrutar de la comida caribeña y para estar con las personas que se han convertido en su gran apoyo para salir adelante en su carrera.
A este sitio llegó debido gracias a que su primo Víctor que también trabaja en ese lugar y les queda cerca del apartamento en el que vive.
Desde que dejó su casa empezó a acercarse al restaurante donde los dueños, también originarios de Limón, le abrieron las puertas y hoy se sienten muy orgullosos de la historia que está escribiendo Gerald en su carrera como futbolista.
“Él venía con el hermano y no tenían nada en la casa porque adonde ellos viven es muy cerca, no tienen quien les cocine y ellos si le hacen un poco a la cocina pero no tenían mucho entonces siempre que venían les dábamos rice and beans con pollo o un arroz con atún, ahí uno les daba algo e igual antes que se fueran para la casa uno les daba para la cena, son muchachos muy agradecidos” dijo Álvaro Barthley, uno de los dueños del restaurante.
A pesar de que ahora en Saprissa está teniendo mejores condiciones, Gerald no deja de visitar el restaurante para comer los platos que extraña de su hogar y a su vez compartir con los trabajadores de este sitio en el que todos se convirtieron en sus amigos.
“A veces termina el partido y nos llama y nos dice que quiere venir a comer rice and beans, le decimos que se llegue aunque sean las 10 de la noche”, explicó.
Orgullosos
En Maxis by Rycky están muy felices con el progreso que está teniendo Gerald Taylor, pasaron de verlo desmotivado cuando estaba a préstamo en Sporting sin posibilidad de jugar por decisiones del entrenador José Giacone y en menos de un año eso cambió gracias al apoyo de Iñaki Alonso y Marco Herrera.
“Lo tratamos como si fuera mi sobrino, nos alegramos un montón y cuando entra a la cocina todo mundo le aplaude, él no ha cambiado sigue como si nada hubiera pasado, él espera algún día llegar a la selección nacional, ese es su sueño. Es una persona súper especial”, comentó.
Incluso ya lo han preparado para el momento en el que Kendall Waston y Ricarco Blanco regresen al equipo y que esto no le perjudique mentalmente.
“Si viene Blanco y Waston no le puede dar mente, él tiene que seguir empujando porque si anda bien no lo van a sacar y si lo cambian que no baje la cabeza, el chance le va a volver a llegar”, agregó Álvaro Barthley.
Figura en Limón
Álvaro Barthley conoce a Gerald Taylor y toda su familia desde que eran niños y es por eso que ver su crecimiento y el de sus hermanos lo pone muy feliz, pues lo pudo ver jugando en la playa cuando apenas tenía seis años y hoy lo ve en la primera división.
El hecho que no pierda sus raíces de Manzanillo de Limón, lo pone muy orgulloso y toda la comunidad en esta zona turística y en toda la provincia caribeña también lo empiezan a ver como alguien a quien seguir.
“Lo he visto desde que tenía seis años mejengueando contra gente de 18 años y no le importaba chocar con ello, ahí fue agarrando fuerza y experiencia porque los demás tienen más colmillo…Todo el Caribe Sur y la gente de Limón hablan de él, todo mundo está feliz apoyándolo a él, en este momento es un ídolo ahí”, finalizó Álvaro Barthley.
Gerald Taylor suma siete apariciones con el Deportivo Saprissa y está lejos de consolidarse, pero los morados le tienen mucha esperanza de que alcance todo su potencial con el paso de los partidos.