Federico Valverde es la principal figura del fútbol uruguayo en la actualidad y eso es indudable, pero lo cierto es que algo cambió en el Halcón durante los últimos meses.
El todoterreno del Real Madrid venía jugando una temporada magnífica en la Casa Blanca, no solo por su habitual despliegue físico y su polivalencia, sino porque a su juego le había agregado una influencia extraordinaria en el ataque del equipo de Carlo Ancelotti.
Durante la Copa del Mundo, el futbolista estuvo 'atado' con Uruguay. Le costó soltarse, no tuvo el mismo ida y vuelta que de costumbre y se lo notó malhumorado, a diferencia del Fede Valverde que se veía fin de semana tras fin de semana en el Madrid.
Pasó el Mundial, la Celeste se despidió de forma prematura y el Halcón volvió a su club, pero lo que no volvió fue la versión pre-Qatar 2022 del volante uruguayo. En sus primeros partidos de retorno al Real Madrid, Valverde se ha mostrado participativo, pero no ha tenido la influencia en el juego del equipo que antes. De hecho, también ha mermado su producción ofensiva que tanto se había destacado en el arranque de la temporada.
Su capacidad técnica, física y anímica es indudable, pero lo cierto es que el bajón del futbolista es una realidad. Lo sufrió Uruguay en el Mundial y lo padece el Merengue en la actualidad, aunque también es justo decir que en el equipo de Ancelotti hay varios bastiones que no vienen respondiendo, como Modric, Kroos y el propio Benzema.