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El Barcelona de Flick: intratable en Europa y endeble en LaLiga

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Barcelona amarra su pase con un partido imposible (1:04)

Jordi Blanco, desde Lisboa, con el análisis de la remontada del Barcelona al Benfica. (1:04)

El Barcelona que deambula sin rumbo en LaLiga se muestra intratable en Europa, cabalga en la Copa y ya conquistó la Supercopa. Así es el Barça de Flick


BARCELONA -- El Barcelona quiso pero no pudo en Getafe. Y tres días después, en Lisboa, se montó una revolución que ni los aficionados más veteranos recordaban.

Hace un mes y medio le dio un revolcón al Borussia Dortmund en Alemania... Cuatro días antes de mostrarse impotente en Montjuïc ante el Leganés.

Un Barça de dos caras, el que puede verse en el fango antes de volar en Europa, y en torneos del KO, y el de LaLiga, atrapado en un laberinto de mediocridad.

Desde que perdió en Mónaco el equipo de Hansi Flick ha ganado los seis siguientes partidos en la Champions League, y contando la Supercopa y su entrada en competición de la Copa se ha mostrado como un equipo capaz de arrasar en momentos de máximo estrés.

Entre los dos partidos de Supercopa (Athletic Club y Real Madrid), dos de Copa (Barbastro y Real Betis) y los dos últimos de Champions (Borussia y Benfica), el Barça ha marcado 24 goles.

Los ha ganado todos, mezclando exhibiciones indiscutibles (el Clásico de Arabia), triunfos controlados (Dortmund) y resurrecciones monumentales (Lisboa).

Y en ese mismo lapso de partidos, de los seis últimos de Liga (no hace falta completar la nefasta racha de ocho jornadas) solo ha sido capaz de ganar uno. Ha marcado 10 goles, pero cinco fueron en un mismo encuentro (Mallorca), mostrando esa otra cara, la de una impotencia tan difícil de creer como dura de aceptar.

Podría pensarse que son esos partidos de torneos cortos, sin la necesidad imperiosa de mantener la regularidad, o la obligación de no fallar, los que mejor se le dan al Barça de Flick, el equipo más joven que se recuerda, repleto de candidatos a cracks.

Y podría apostarse a que es verdad: que el entrenador alemán va puliendo a su grupo de futbolistas con esmero y entendiendo las dificultades a que enfrenta.

Existió por un espacio de tiempo limitado el Barça de la MSN, comandado por un Luis Enrique que es el entrenador que de alguna manera más se alejó de la pulcritud por la que se ha conocido al Barça moderno, reconocible por el control, la posesión, el dominio del juego y del escenario... Algo de lo que hicieron gala Guardiola y Valverde. Y Vilanova y Martino. Y también Xavi. Lo que habría querido Koeman y en cierto modo puso en órbita Rijkaard...

Flick, en cambio, ha montado a su Barça en una montaña rusa de sensaciones y consigue, de momento, que el drama que atenaza en los últimos dos meses al equipo en LaLiga no le pase factura a ojos de una afición entregada a este entrenador alemán que ha roto con todo.

Es un Barça de dos caras, capaz de lo mejor y de lo peor. "Nosotros damos espectáculo o nos lo dan”, bromeó una vez, en la época del Dream Team, Txiki Begisristain, futbolista indiscutible de aquella legendaria etapa de Johan Cruyff y con el que, salvando las diferencias (evidentes), tiene cierta similitud este equipo de Hansi Flick.

De momento ha logrado que alrededor del equipo no haya quien le discuta. Y eso, en el Barcelona, era hasta hace un suspiro algo impensable.