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Barcelona pasa del drama al éxtasis en Champions League

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Barcelona amarra su pase con un partido imposible (1:04)

Jordi Blanco, desde Lisboa, con el análisis de la remontada del Barcelona al Benfica. (1:04)

Barcelona pasa del drama al éxtasis para vencer al Benfica en Lisboa por la UEFA Champions League.


El Barcelona se ha convertido en un equipo sin término medio y en un superviviente en las condiciones más adversas o enloquecidas. Derrumbado por Wojciech Szczesny en una primera mitad de pesadilla, resucitó en la segunda, tan apoyado en la fortuna como en la insistencia y pasó de temer una nueva goleada en Da Luz a llevarse una victoria (4-5) épica que prácticamente le asegura su presencia en el Top 8 de la Champions.

Barcelona jugará directamente, con casi toda probabilidad, los octavos de final después de protagonizar la noche más loca e inverosímil de la temporada. Estuvo de rodillas, literalmente, y celebró por todo lo alto el gol de Raphinha en el alargue que le dio el triunfo. Alucinante... E impensable a la vista de lo sucedido en la primera mitad.

El Benfica, apurado por su empate en la jornada previa contra el Bolognia, casi se jugaba su futuro en Europa... Y demostró todo lo que no hizo el Barça. Salió como un ciclón y masacró en su primera llegada, sin más. Y dejó al Barça al borde del colapso porque al 1-0 de Vangelis Pavlidis siguió dos minutos después una jugada calcada entre Álvaro Fernández y el el griego, cuyo remate se marchó cruzado por centímetros.

El Barça se recompuso, renació, pasó de dominado a dominador, igualó de penalti (validado por el VAR) y casi anotó el 1-2 por medio de Gavi rozándose el minuto 20... Y entonces apareció el desastre personificado en Szczesny, que primero arrolló a Alejandro Balde en una salida sin ton ni son para regalar el 2-1 a Pavlidis y después cometió penalti sobre el mismo griego, que a la media hora logró su hat-trick y un 3-1 inverosímil.

No le daba una al Barça, que alcanzó el descanso descompuesto, padeciendo y reconociendo que cada viaje a Da Luz es un desastre. Pero la noche reservaba aún muchas locuras más.

La primera fue el gol 'sin querer' de Raphinha, rebotando en su cabeza un lanzamiento del portero. Después, casi de inmediato, el autogol de Ronald Araújo que parecía sentenciar la noche... Pero vino el siguiente penalti anotado por Robert Lewandowski, el cabezazo imperial de Eric García y cuando se cumplían cinco de los seis minutos de alargue el 4-5 final, en una contra majestuosa de Raphinha, acto seguido a una polémica jugada en el área azulgrana.

Szczesny, que condenó al Barça en una primera mitad de pesadilla, se reencontró al final, salvando un remate de gol a Ángel Di María. Y es que la noche en Da Luz tuvo tantas cosas y tan enloquecedoras, que el equipo de Hansi Flick pasó por todos los estados posibles...

Hasta tener atado su pase a los octavos de final.