Desde que ganó por 3-1 al Espanyol el 3 de noviembre, el Barça solo ha ganado un partido más en el campeonato
Al Barcelona de Hansi Flick se le borró de repente la sonrisa en Getafe. Después de un magnífico inicio de año con cuatro victorias al hilo regresó a LaLiga y sumó una nueva decepción. El empate en el Coliseum prolongó su mala racha, una mala racha que ya tiene connotaciones históricas y que amenaza con ser decisiva en la suerte del campeonato. Suma 6 puntos de los últimos 24. Un derrumbe histórico.
Para encontrar una relación de resultados igual (una victoria, tres empates y cuatro derrotas) hay que retroceder hasta 1988, si bien en aquel entonces el sistema de puntuación en el campeonato liguero era distinto, premiando con dos puntos la victoria y no con tres como actualmente. Y en 1982, con otro entrenador alemán al frente (Udo Lattek), esta racha de resultados fue determinante para que el equipo azulgrana no ganase el título.
Desde que ganase por 3-1 el derbi al Espanyol el 3 de noviembre el Barça solo ha sido capaz de ganar un partido más en el campeonato. En las últimas ocho jornadas ha acumulado tres empates y cuatro derrotas y no conoce la victoria en las últimas cuatro fechas. Y así ha pasado de ser un líder solvente y un favorito indiscutible en el campeonato, a derrumbarse hasta la tercera posición, pendiente de los resultados de Real Madrid y Atlético si quiere, aspira, a reengancharse a la pelea por un título que se aleja más que nunca.
Si la próxima jornada rompe esta racha y es capaz de ganar al Valencia en Montjuïc habrá sumado 9 de 27 puntos, igualando lo sucedido entre las jornadas 10 y 18 de la temporada 2003-04, con Frank Rijkaard al frente y que estuvo cerca de costarle el puesto al entrenador holandés, incorporado por Laporta en su primera etapa de presidente.
No es, con todo, el peor intervalo de resultados sufrido este siglo por el conjunto azulgrana, que en la temporada 2002-03 solo fue capaz de sumar 9 puntos de 36 posibles, con dos victorias, tres empates y siete derrotas, entre las jornadas 10 y 21 que provocaron el despido de Louis Van Gaal tras caer (2-0) en Vigo al final de una primera vuelta que el Barça cerró en lugar 12 con 23 puntos, a 20 del liderato que ostentaba la Real Sociedad y solo 3 por encima del descenso que marcaba el Espanyol.
35 AÑOS
Tomando como referencia un intervalo exacto de ocho jornadas, como ahora, el Barça no padecía una racha tan negativa desde la temporada 1987-88, siendo el malogrado Luis Aragonés entrenador azulgrana.
Sucedió entre la jornada 14 y la 21, desde diciembre de 1987 y hasta febrero de 1988. Inició enlazando tres derrotas seguidas (4-1 ante Real Sociedad, 2-4 frente a Valladolid y 2-1 en el Clásico), siguió ganando 1-0 al Sporting, empató 1-1 en Zaragoza, perdió 0-1 con Osasuna y enlazó dos empates (1-1 ante Las Palmas y otro 1-1 en Sevilla) antes de ganar por 3-2 al Espanyol.
El sistema de puntuación de aquella época de dos puntos por victoria (no cambió a tres hasta la temporada 1995-96) diferencia con la actualidad en que si ahora ha sumado 6 puntos de 24, entonces sumó 5 puntos de 16. También hay otra diferencia nada menor: Hoy el Barça se mantiene tercero en la tabla y entonces, disputadas 21 jornadas de 34 (había 18 equipos en Primera División), el equipo azulgrana era undécimo, 6 puntos por encima del descenso y a 16 del líder Real Madrid, el Madrid de la Quinta del Buitre que empujado por los 29 goles de Hugo Sánchez conquistaría el título.
Y existe otro precedente, sin duda mucho más dramático para los aficionados veteranos del Barça. Ocurrió en la temporada 1981-82, a cuya recta final llegó el equipo que dirigía Udo Lattek (que años después entrenó a Flick durante dos temporadas en el Bayern Múnich) considerándose virtual campeón.
Al acabar la jornada 26 (de 34) el Barça sumaba 4 puntos más que la Real Sociedad, que fueron 5 una fecha después a pesar de empatar 2-2 en Alicante pero tras ganar al Zaragoza por 2-1 en la jornada 28 y mantener esos 5 puntos de renta con 12 por disputarse el derrumbe fue antológico.
Enlazó el equipo azulgrana tres derrotas (3-0 Valencia, 1-3 Espanyol y 3-2 Osasuna), empató 2-2 con el Athletic, perdió el Clásico por 3-1 y se despidió igualando (2-2) con el Betis. Un total de una victoria, tres empates y cuatro derrotas en ocho jornadas que provocaron que perdiera de forma tan inverosímil como miserable un título que acariciaba y que acabó en manos de la Real Sociedad.