BARCELONA -- Ni la Premier League ni la Serie A, ni la Bundesliga ni la Ligue 1, ni la Eredivisie… Ni la Champions. El futbol europeo de primer nivel usa el ‘Ojo de Halcón’ de manera unánime para evitar que pasen algunas cosas que no deben pasar. España es diferente…
La Liga Santander, la 1ª División de la Liga española, es el único torneo grande de Europa que sigue sin utilizar la ayuda tecnológica para ‘ayudar’ a los árbitros en jugadas de gol. En partidos como el de este domingo disputado entre Betis y Barcelona se demostró hasta qué punto vive anclado en el pasado y la vergüenza el futbol español…
La ‘Mejor Liga del Mundo’ volvió a hacer el ridículo en el Benito Villamarín, en una jugada clarísima que dejó en evidencia al árbitro y a su asistente de línea. Pero por encima de todo a los dirigentes de la LFP. A todos, más preocupados en sus privilegios y en sus bufandas que en trabajar por el fútbol realmente.
“Sigo con el discurso de siempre, los árbitros necesitan ayuda, sea con cámaras o con otro material, sea en situaciones que nos perjudican o que nos favorecen”, sentenció al acabar el partido el Luis Enrique más autocrítico de la temporada, apartándose, de hecho, de otro entre quejoso e indignado que se multiplicó en el entorno del barcelonismo y que provocó las risas del madridismo. Nada nuevo, en una u otra dirección.
Pero, más allá de las chanzas, de las visiones sesgadas, burlas y demás, lo que dejó en ridículo a la Liga en general fue una jugada en particular: la que, inmediatamente después al gol del Betis, se produjo en un centro de Aleix Vidal que Durmisi, adelantándose a Jordi Alba, se remató a propia puerta para que Aissa Mandi rechazase el balón cuando éste había superado de forma evidente la línea de gol.
Jugada muy rápida y que podría dar excusa… A no ser que en Inglaterra, Italia, Alemania, Francia, Holanda o en la Eurocopa habría llevado al árbitro Alejandro Hernández a conceder un gol que no habría provocado ninguna polémica ni escándalo. Pero, claro, a cada día que pasa parece, da la sensación, de que el fútbol español vive más cómodo instalado en el escándalo y en las polémicas.
Lo ocurrido en el Villamarín provoca una llamada desesperada a la utilización del ‘Ojo de Halcón’ de la misma forma que otras jugadas, agresiones flagrantes que se ven en televisión y no observa el árbitro, provocan la llamada desesperada a que los comités arbitrales sirvan para algo más que existir sin ninguna razón.
El fútbol siempre viajó en el vagón de cola de la modernidad, pero cuando se puso a trabajar para no mantenerse fuera de la lógica, dejó a España apeada. Y mientras proclaman que es la mejor Liga del Mundo, la que tanto se sigue en China y que brilla más que el sol se suceden los ridículos como el ocurrido este domingo en Sevilla.
“Y si la Liga se decide por un punto, ¿qué dirán?”, se preguntaron en una emisora de radio a la finalización del partido del Barça. La respuesta fue tan inmediata como abrumadora: “De aquí al final de la Liga habrán bastantes escándalos más”.
Esto es la ‘Mejor Liga del Mundo’. Ni más ni menos.
