En la noche del lunes, luego de que en horas de la mañana supervisara por última vez los entrenamientos del Barcelona, Ernesto Valverde se colocó sus implementos de ciclista, desempolvó su bicicleta y comenzó a pedalear. Oficialmente, seguía siendo director técnico del Barça; no obstante, el presidente del club Josep María Bartomeu ya le había informado que su tiempo dentro del equipo blaugrana había terminado. Ahora, Valverde sólo quería alejarse de todo.
Mientras tanto, del otro lado de la ciudad, Quique Setién, el futuro sustituto de Valverde, pasaba alegremente copas sobre una mesa. Cada copa representaba un futbolista. "Vamos a divertirnos mucho", expresó en reiteradas oportunidades. Varias fuentes indicaron a ESPN que el exentrenador del Real Betis se encontraba tan emocionado con las posibilidades que seguía discutiendo sus ideas hasta bien entrada la medianoche, momento en el cual los representantes del Barça bromearon diciéndole que debía ir a casa a dormir.
Setién, disciplino devoto de la filosofía futbolística de Johan Cruyff, le explicaba a la jerarquía del Barça sus planes para reanimar a un equipo que se había estancado. Seguían siendo líderes de liga, pero se habían acostumbrado a depender en exceso de Lionel Messi. A su alrededor, la actuación de los jugadores empeoraba con el paso de los días y ninguno de los costosos fichajes del club, tales como Philippe Coutinho (quien actualmente se encuentra en préstamo al Bayern Múnich), Ousmane Dembelé (lesionado) y Antoine Griezmann (quien juega fuera de su posición natural) habían satisfecho las expectativas que imponen sus lucrativos contratos.
El reto del nuevo técnico no es poca cosa. Quizás Cruyff no haya sido mucho más exitoso que Valverde y Luis Enrique, que suman 13 trofeos entre ambos, pero dejó una marca muy honda dentro del club catalán.
"Solo puedo garantizar una cosa cuando asumo las riendas de un nuevo club", expresó Setién el pasado martes en su acto de presentación: "que jugaremos bien al fútbol".
Cuando finalmente el Barça hizo el anuncio oficial de la salida de Valverde, poco antes de la medianoche del lunes, hora local, no fue sorpresa para nadie. Sin embargo, la contratación de Setién, técnico de 61 años cuyo mayor logro fue haber quedado en el sexto lugar de La Liga española con el Betis, si causó sorpresa entre algunos.
El momento en el cual se agota el tiempo de Valverde
Durante varios meses, el destino de Valverde parecía estar sellado, pero fue el empate 2-2 del pasado 4 de enero con el Espanyol cuando Bartomeu finalmente comenzó a aceptar que se necesitaba un cambio. Fuentes ligadas al club informaron a ESPN que a pocos minutos después de sonar el pitazo final, el presidente dio un ultimátum a sus más cercanos confidentes: si el equipo no mostraba mejoría en su actuación en el partido de Supercopa de España contra el Atlético de Madrid, necesitaban reemplazar al entrenador.
Eventualmente, el Barcelona jugó uno de sus mejores partidos de la temporada contra el Atlético en Jeddah, Arabia Saudita el pasado 9 de enero, aunque a pesar de ostentar ventaja 2-1, eventualmente cayeron 3-2 después de dos goles del Atleti en los nueve minutos finales. Para los altos jerarcas del club, el partido trajo memorias de dos hirientes derrotas recientes: esas terribles noches contra el AS Roma y Liverpool en la Champions League.
Según indican fuentes, el Barcelona había comenzado a barajar varios nombres de entrenadores por un tiempo, planificando sustituir a Valverde durante el verano. Pero el revés sufrido en la Supercopa aceleró esos planes de manera considerable, lo cual fue una circunstancia lamentable para el atribulado entrenador, considerando las circunstancias en las cuales se encontraba el club a la llegada de Valverde y la situación que éste asumió.
Valverde tomó las riendas en 2017 en sustitución de Luis Enrique e inmediatamente tuvo que lidiar con la partida de Neymar. El estratega oriundo del municipio de Viandar de la Vera no pudo hacer nada para evitar que el brasileño saliera del equipo luego que el París Saint-Germain pagara su cláusula de rescisión por €222 millones. Posteriormente, el Barça se vio arrollado por el Real Madrid en la Supercopa de España de ese año, lo cual causó que Gerard Piqué expresara su lamento al sentir que su equipo era "inferior" a sus rivales del Clásico por primera vez desde que se reincorporó al club blaugrana, tras jugar con el Manchester United en 2008.
No obstante, esos sentimientos no duraron mucho tiempo. Valverde culminó el torneo 2017-18 alzándose con el doblete de Liga y Copa, sumando otro título liguero en 2018-19. A pesar de ello, dos humillantes eliminaciones consecutivas en la Champions League a manos de Roma y Liverpool, junto con un revés en Copa del Rey contra el Valencia, causaron que muchos personeros del club presionaran la salida del estratega durante el verano pasado.
Fuentes indicaron a ESPN que Pep Segura, quien era director deportivo en ese momento, esbozó el nombre de Thierry Henry como posible reemplazo. Otros miembros de la junta barcelonista se decantaron por Roberto Martínez, mientras que el nombre de Setién seguía en un renglón apartado de la lista de candidatos. Sin embargo, Bartomeu insistía en Valverde por dos motivos: primero, seguía contando con el apoyo de los jugadores y segundo, no estaba convencido en ese momento con las posibles alternativas.
Desde entonces, los resultados habían sido aceptables, pero varias fuentes explican que Bartomeu se mostraba cada vez más preocupado por la "imagen" que dejaba el equipo sobre la cancha. Cada decepcionante demostración era otro clavo en el ataúd de Valverde. Cada punto perdido era su culpa. Los puristas hicieron llover sus críticas al estilo del juego, quejándose que el Barcelona no jugaba como el Barcelona incluso ganando.
Bartomeu, cada vez más aislado en su apoyo a Valverde, finalmente cambió de opinión después de perder esos puntos contra sus rivales de patio, el Espanyol. Fuentes indican a ESPN que éste instruyó al director deportivo Eric Abidal para que acelerara la búsqueda de un sustituto y para el momento en el cual el Atleti anotó dos goles en las últimas instancias del encuentro para así dejar fuera al Barça en las semifinales de una Supercopa con nuevo formato, Bartomeu decidió que ya era suficiente.
El presidente se reunió con varios jugadores en Jeddah tras la conclusión del partido, con el fin de informarles con respecto a su plan. Las fuentes explican que Valverde seguía siendo del agrado del plantel, pero se habían formado dos bandos: aquellos que le apoyaban contra quienes creían que los entrenamientos no eran lo suficientemente intensos y que su estilo era un poco laxo. Figuras como Messi y Piqué formaban parte del primer grupo y ciertamente, ambos publicaron mensajes de gratitud a Valverde luego de su partida. Algunos de los jugadores más jóvenes y las nuevas contrataciones se encontraban en el segundo bando.
Ansu Fati, quien hizo su debut en la presente campaña con 16 años, fue uno de los miembros más emocionados dentro de la nómina cuando Valverde, entre lágrimas, finalmente dijo adiós en la jornada del martes. Fuentes indican a ESPN que Valverde pidió sostener una charla personal con el joven antes de partir, pidiéndole que continuara mostrando el mismo nivel que lo hizo brillar hasta llegar al primer equipo, pero que mantuviera los pies sobre la tierra, sin cambiar su mentalidad futbolística.
El plan de sucesión
El día posterior a la derrota contra el Atleti, Abidal y el CEO del equipo Óscar Grau viajaron (de forma muy pública) desde Arabia Saudita hasta Catar con el fin de reunirse con Xavi Hernández, el legendario exmediocampista del Barça, quien actualmente funge como entrenador del Al-Sadd. Se reunieron en tres ocasiones en Doha. La junta del club no solo lo considera suficientemente capacitado para asumir las riendas del plantel; además, lo consideran una útil herramienta política. Xavi se encuentra claramente alineado con Víctor Font, quien se presentará como candidato a la presidencia del club para las elecciones de 2021.
Al inicio, el Barça intentó cubrir sus pasos, indicando que Abidal y Grau habían viajado hasta Doha con el fin de reunirse con el lesionado Dembelé, quien está sometiéndose a un tratamiento de rehabilitación. La coartada se cayó rápidamente y nuevas filtraciones desde el club revelaron toda la verdad. Sin embargo, Xavi rechazó la oferta. Toda la saga se desarrolló de forma pública, con Valverde en Barcelona conociendo todos los detalles gracias a los informes de los medios de comunicación. El exmediocampista del Barça Andrés Iniesta llegó a decir que "las formas o cómo se está haciendo todo" dentro de la pública búsqueda del Barcelona por un sustituto eran "un poco feas".
¿A dónde fueron después? Ronald Koeman nunca recibió ofertas por el puesto, según indican fuentes a ESPN, a pesar de informes que indicaban lo contrario, pero sí fueron considerados los nombres de Massimiliano Allegri y Mauricio Pochettino. Los comentarios anteriores hechos por Pochettino ("Antes volvería a mi granja que entrenar al Barcelona") complicaron de suma manera su designación, a pesar de que es buen amigo de Bartomeu y Ramón Planes, asistente de Abidal.
Francisco García Pimienta, técnico del Barça "B", fue descartado porque algunos de los jugadores del primer plantel no pensaban que estuviese listo para dar el salto desde la tercera división española. Incluso, un representante de un jugador del primer equipo llegó a decir a ESPN que pensaría en buscar un nuevo club para su asesorado si García Pimienta se quedaba con el puesto.
Setién es elegido
Setién pasó el fin de semana en Liencres, la pequeña villa en el norte de España donde reside, esperando conocer la decisión. "(El lunes) estaba con mis vacas; hoy estoy aquí, entrenando a los mejores jugadores del mundo", afirmó en su presentación, llevada a cabo en la jornada del martes.
El ex técnico del Betis, cuya carrera se ha desarrollado principalmente en las ligas de menor jerarquía de España, conoció del interés del Barça en sus servicios antes de sostener su primer contacto en diciembre, incluso a pesar de mostrarse "sorprendido" en la presentación. Fue uno de los entrenadores cuyo nombre estuvo vinculado con rumores durante el verano y el Barça sondeó su interés el mes pasado, haciendo un nuevo contacto telefónico el pasado viernes. Algunos miembros de la junta mostraron su preocupación ante la falta de experiencia de Setién en el circuito paneuropeo, pero Setién sabía bien que tenía ciertas posibilidades de hacerse con el cargo si Xavi expresaba su negativa.
De hecho, Setién estaba consciente en la jornada del domingo de su situación. En algún momento del fin de semana, el técnico y su agente recibieron una llamada por parte de los representantes del Barcelona. "Formas parte de la lista de finalistas, quédate tranquilo y no digas nada", fue en resumen lo dicho a Setién, según cuenta una fuente a ESPN.
Durante el fin de semana, mientras Abidal y Grau conversaban con Xavi, Setién asistió de manera discreta al partido de Copa del Rey entre Sevilla y Escobedo, según comentan fuentes. Setién tenía una oferta de un club en Arabia Saudita, pero había demorado su respuesta con la esperanza de que el interés del Barça se hiciera firme.
Los representantes del Barcelona estaban convencidos de contratar a Setién incluso antes de su clase maestra de táctica con copas de vino, tras haber consultado a varios jugadores que laboraron bajo sus ordenes. ESPN ha conocido que ejecutivos del club se comunicaron con Marc Bartra y Joaquín, quienes jugaron en el Betis con Setién para tener una idea de sus métodos, mientras que Abidal afirmó sentirse gratamente impresionado con la primera sesión de entrenamientos de Setién.
Previo a dicha sesión, Setién fue formalmente presentado a la plantilla en el vestuario, junto a su equipo de apoyo y la presencia de Bartomeu. A pesar de la expectativa de una reunión sencilla, fuentes explican que Setién aprovechó la oportunidad de dejar su sello, diciendo: "Si tienen alguna duda, díganmelo de inmediato, tenemos que atacar cualquier problema de raíz". Igualmente, Setién explicó sus planes para incrementar la intensidad de los entrenamientos en un intento de recuperar la "esencia" del Barcelona, un trabajo duro que ayudaría al club a restaurar su estilo de presión alta y rápido movimiento del balón en la transición.
El equipo recibió bien el mensaje
Fuentes indican que lo primero que Setién pidió a sus jugadores fue "sacrificio". El estratega programó una sesión doble en su primer día y los volvió a convocar para la jornada del miércoles, cancelando un día libre previamente pautado. Un jugador del primer equipo indicó a ESPN que los entrenamientos habían sido "intensos", más intensos que los hechos bajo las ordenes de Valverde y que las sesiones de Rondo (concentradas a mitad de cancha) habían sido "más pequeñas, rápidas y feroces". Piqué y Arturo Vidal estaban agotados después de transcurridos 20 minutos de la primera sesión del martes, con una lección más basada en táctica para la tarde.
Setién también ha aprovechado la oportunidad para reunirse en privado con Messi y el portero Marc-Andre ter Stegen, con otras reuniones previstas con otros jugadores. Varias fuentes indican a ESPN que Messi se mostraba inseguro antes de reunirse con Setién pero que salió de su oficina con una visible sonrisa en el rostro.
También se produjo una especie de transición de poder cuando Setién se topó con Valverde el martes, mientras su predecesor empacaba sus objetos. Se reunieron en dos ocasiones: el primer encuentro fue "intenso" según cuentan fuentes cercanas al evento; sin embargo, a la partida de Valverde, sostuvieron una segunda conversación que duró más de 15 minutos. Al final, intercambiaron números telefónicos y Valverde le dijo que le llamara "si necesitaba de ayuda".
Los planes hechos por Valverde para una cena del equipo pautada para el jueves se mantuvieron en pie con Setién. La misma fue costeada con las multas pagadas por los jugadores durante toda la temporada, aunque varias fuentes revelan que Dembelé, el mayor contribuyente al bote de multas, se vio impedido de asistir. El lesionado Luis Suárez también estuvo ausente. Se escucharon varios discursos por parte de los fichados del verano pasado y una charla motivacional por parte de los capitanes del club, en la cual se indicaron los aspectos a mejorar en el futuro.
Y es allí donde Setién entra en juego. Su tarea será detener la caída del fútbol barcelonista en rumbo a la mediocridad e impulsar su temporada al ayudarles a redescubrir el estilo de juego impuesto en las eras de Cruyff y Pep Guardiola. No será cosa fácil; pero según cuentan fuentes a ESPN, Setién está dispuesto a asumir el reto y cree que sus nuevos jugadores aceptarán sus ideas. Será una necesidad imperante para él porque, tal como lo entendió Valverde, dentro del Barcelona los resultados no son suficientes.
Reportaje adicional por Rodrigo Fáez y Moisés Llorens