Zinedine Zidane atrajo la atención del mundo en las cinco temporadas que jugó para el Real Madrid, entre 2001/02 y 2005/06.
En estos años, marcó 49 goles en 225 juegos, además de proporcionar jugadas de genio infinito.
El francés también levantó 6 copas para los Merengues: una Champions, una Copa Mundial de Clubes, una española, una Supercopa de la UEFA y dos Supercopas españolas.
Incluso mientras defendió al Real, ganó varios premios individuales, como el Mejor Jugador del Mundo de FIFA en 2003 y el Mejor Jugador del Club de la UEFA en 2002, por nombrar algunos.
Y quien quiera que haya convivido con él dice que el éxito nunca se le subió a la cabeza, a pesar de todos los trofeos de su carrera victoriosa, que también pasó por Cannes, Burdeos y la Juventus.
Este es el caso del ex delantero, Javier Balboa, quien jugó con la estrella española en 2006, al final de la carrera de Zizou y de la "era galáctica" en el Santiago Bernabéu.
En una entrevista con ESPN, Balboa recordó que Zidane, a pesar de todo el éxito que tuvo con los Merengues y el equipo francés, siguió siendo modesto como en sus primeros años de carrera.
"Zidane fue quizás el jugador más tranquilo de nuestro equipo, siempre fue su forma de ser", dijo.
"Era un tipo más tranquilo y reservado. No era como los brasileños de nuestro equipo, que eran más acelerados", recordó.
"Zizou siempre fue un hombre correcto y trabajó duro para ser aún mejor, incluso con todo lo que ya había logrado”.
Viniendo de los equipos juveniles del Real Madrid, Balboa recuerda lo impresionado que estuvo la primera vez que jugó con Zidane en el campo.
Según el ex delantero, que ahora es comentarista del programa "El Chiringuito", el más popular de la televisión deportiva española, la estrella francesa era "sobrenatural".
"Su control de la pelota era algo sobrenatural. Podías ver sus movimientos en televisión o videos en YouTube, pero en el campo, como lo vi, era otra historia. ¡Fue un espectáculo!".
Balboa recuerda la capacidad de Zizou para dominar incluso los lanzamientos más difíciles, y las dificultades que impuso a los marcadores por su estilo único.
"Ver de cerca un tiro de 40 metros desde el lateral izquierdo dado por Roberto Carlos y Zidane matando la pelota como si fuera la cosa más fácil del mundo y ponerla en el suelo es como disfrutar de una obra de arte", comparó.
"No tiene nada que ver con lo que ves en la televisión. Era inexplicable, un talento inusual", dijo.
"Y, cuando aceleró el juego, nadie lo tomaba. Muchos oponentes pensaron que era lento, por la forma en que jugaba y la altura, pero, ¡nada! Cuando se ponía al frente, era imposible marcarlo", elogió.
Para la clase que mostró en el campo, los colegas de Zidane bromeaban diciendo que "jugó con un traje".
"Técnicamente, siempre fue el punto de referencia para el equipo. Solíamos decir que jugaba con un traje, y realmente lo parecía. ¡Estuvo 90 minutos limpio! (Risas)", sonrió.
La estrella se retiró en 2006 y, en 2014, comenzó su carrera como entrenador en el Real Madrid Castilla, equipo B de los blancos.
Solo dos años después, fue ascendido al equipo principal y demostró que, fuera de las cuatro líneas, es tan brillante como en el campo.
En solo seis años de carrera, ya tiene tres Ligas de Campeones, dos Copas Mundiales de Clubes, una española, dos Supercopas de la UEFA y tres Supercopas de España.
Actualmente, Zizou está en su segunda etapa en el club Santiago Bernabéu, y continúa en busca de más trofeos.
"Zidane es una leyenda sin igual. Es un genio en todos los sentidos. Ni siquiera necesito decir nada. Solo mira lo que logró como jugador y ahora lo que ha ganado como entrenador del Real Madrid en tan poco tiempo", dijo. Balboa.
"Los números y las copas hablan por sí mismos", concluyó.