España vuelve a Berlín, donde inició su camino en la Euro 2024, para disputar como favorita la final ante Inglaterra, que busca su revancha
BARCELONA -- España vuelve a Berlín, para disputar en el imponente Estadio Olímpico la final de la Euro 2024 en la que salta como favorita frente a una Inglaterra que busca su revancha tras caer ante Italia la edición pasada,
Luis de la Fuente también aspira a consagrarse como el primer entrenador que celebra un triplete de títulos continentales con una selección: sub-19 en 2015, sub-21 en 2019 y absoluta en este año 2024 que recoloca a España en el centro de todas las miradas.
Llegó La Roja a su concentración en Donaueschingen el 9 de junio con una estadística casi inmaculada de la fase de clasificación (siete victorias y una sola derrota en Escocia) pero alejada del primer plano.
Estaba en el segundo pelotón, y gracias, muy por detrás en los pronósticos de Francia o Alemania. Incluso Italia, Portugal, Inglaterra o Bélgica aparecían con más opciones y se conformaba con equipararse a la Croacia de Luka Modric o los Paríses Bajos de Ronald Koeman. Y ahí está de nuevo, en Berlín, donde todo empezó, para acabarlo con, quién sabe, una nueva exhibición.
"Vamos a completar el cartel de haber pasado por todas las grandes de esta competición”, alertó, medio en broma, De la Fuente el viernes durante una charla con RTVE.
Ahí es nada, sumar seis victorias en otros tantos partidos, un récord nunca visto en el torneo, y superar a Croacia, Italia, Alemania y Francia antes de encontrarse con una Inglaterra que de forma totalmente distinta, llega a la final tras haber dado una buena sensación futbolística apenas (y a ratos) en la semifinal frente a Países Bajos.
Y es que España comenzó derrumbando a Croacia, siguió sometiendo a Italia (la última campeona) y se dio el gusto de eliminar a la anfitriona Alemania primero y a la favorita Francia después. Todas y cada una de ellas fueron cayendo consecutivamente, rendidas a la mezcla que el seleccionador hispano acertó a construir.
Sorprendió la elección de Marc Cucurella en el lateral zurdo, la de Pedri en la mediapunta y el descaro en mantener inalterable la presencia de Nico Williams y el niño Lamine Yamal en la punta de ataque.
Aguantó estoicamente De la Fuente los chismes por la presencia de un Aymeric Laporte que llegó lesionado y cuyo puesto ocupó en el debut Nacho pero el conjunto, el bloque, el equipo, fue el que totalmente engrasado respondió a quienes no querían ver a España entre las favoritas (o no se atrevían).
Vuelve esta selección al estadio en el que se estrenó dándole un repaso a Croacia y un mes y seis días después de aterrizar en la Selva Negra, lugar de una concentración que acabó sorprendiendo a propios y extraños, no solo por el excelente ambiente entre los convocados sino, también, por la normalidad y gentileza con que Luis de la Fuente trató con los periodistas, agradecidos por una proximidad que no recordaban en un seleccionador.
Y en una selección que teniendo un once titular muy definido (en el que solo la lesión de Pedri provocó el cambio por un monumental Dani Olmo), ha disfrutado de una plantilla tan homogénea como atenta.
Fueron Jesús Navas, Nacho, Mikel Merino, Mikel Oyarzabal o Ferran Torres secundarios de lujo que respondieron de forma soberbia aún sabiéndose a la sombra de un grupo liderado por Rodri y animado por esos jóvenes que alumbran con Lamine Yamal al frente.
Inglaterra, que perdió en 2021 la final contra Italia y cuyo palmarés se limita al Mundial de 1966, es una rival de muy mal recuerdo para España.
Le ganó los dos partidos en la fase de clasificación de 1968, le derrotó en la fase de grupos de 1980 y la eliminó por penaltis en los cuartos de final de 1996, con Gareth Southgate en el terreno de juego.
Al cabo de 28 años, en una final inédita, La Roja buscará convertirse en solitario en la reina de la competición sumando el cuarto título de su historia después de los conseguidos en 1964 (contra la URSS), 2008 (ante Alemania) y 2012 (frente a Italia).
35 días después de llegar a Alemania la estupenda España de Luis de la Fuente acude a la última etapa de la Eurocopa, al partido 51 del torneo volviendo al imponente Estadio Olímpico de Berlín. Allí la espera Inglaterra... Y la gloria.