Éste podría ser la Eurocopa que desafíe nuestras predicciones. Repartida en 11 ciudades en plena pandemia, quién sabe lo que nos depara el destino. Un brote de COVID-19 podría descarrilar a los equipos más dotados, y también el calendario. A eso súmale la fatiga de los jugadores que han tenido una temporada más congestionada y agitada de lo normal, y el torneo podría convertirse en una cuestión de supervivencia de los más fuertes y descansados.
El peculiar formato de 24 equipos también podría traer sorpresas. Portugal levantó el trofeo en 2016 después de terminar tercero en su grupo, y habiendo ganado un solo partido en los 90 minutos en todo el torneo. No olvidemos que la Eurocopa ya nos ha sorprendido en el pasado: Dinamarca salió del banco a último minuto para reemplazar a Yugoslavia y ganó el campeonato en 1992, y luego tuvimos el descabellado triunfo por 150-1 de Grecia en 2004.
Inglaterra nunca ha ganado el torneo ni ha llegado a la final, pero está entre los favoritos esta vuelta. Tras salir sorteada en el Grupo D, también podría tener la ventaja de jugar todo el torneo en Wembley Stadium excepto por los cuartos de final, aunque ningún local se ha consagrado campeón desde Francia en 1984.
Liderado por el ganador del Botín de Oro del Mundial, Harry Kane, el seleccionado de Gareth Southgate está repleto de jóvenes delanteros que entusiasman, como Mason Mount, Phil Foden y Jadon Sancho. Sin embargo, Harry Maguire, un defensor clave, está contra reloj en su recuperación, y sin él, la defensa luce vulnerable contra los mejores equipos.
También hay preocupación por las condiciones de Marcus Rashford y Raheem Sterling. Sin embargo, Jack Grealish podría ser uno de los jugadores del torneo si logran manejar bien su lesión en la espinilla y si Southgate tiene suficiente fe en él como para ponerlo. Tal como en 1996, cuando Inglaterra llegó a las semifinales y el país cantó "El fútbol está volviendo a casa" (finalmente no sucedió), Wembley será un factor.
Francia también está entre los favoritos, ya que aún tiene nueve de los 11 jugadores que ganaron la Copa del Mundo hace tres veranos. A eso súmale el regreso del estelar delantero del Real Madrid Karim Benzema tras seis años de ausencia en el fútbol internacional, y el equipo luce más formidable que nunca.
Una delantera con Kylian Mbappé, Benzema y Antoine Griezmann mete miedo, y hay calidad en todos lados, aunque el arquero Hugo Lloris no ha tenido su año más convincente en Tottenham Hotspur. Sin embargo, Francia estaría en el grupo más difícil, el Grupo F, con Alemania, Portugal y Hungría, que debe preguntarse qué hizo para merecer tan mala suerte en el sorteo.
Alemania espera darle a su entrenador de muchos años, Joachim Löw, una despedida ganadora, pero la confianza en este equipo no parece muy alta tras la humillación de 6-0 contra España y una inesperada derrota por 2-1 contra Macedonia del Norte en los últimos nueve meses. Löw ha convocado a los veteranos Thomas Muller y Mats Hummels a un plantel que sigue teniendo suficiente calidad como para ser peligroso. El primer partido, de local ante Francia en Múnich, podría ser un barómetro de su estado de ánimo y condiciones.
Portugal tiene un conjunto más fuerte que aquel que triunfó con un poco de suerte en 2016. Cristiano Ronaldo, Bruno Fernandes y Rúben Dias lideran un plantel repleto de estrellas, y si el entrenador ultraconservador Fernando Santos suelta un poco la rienda, son capaces de defender su corona. Sin embargo, probablemente no lo hará.
Hungría parece carne de cañón ante semejantes potencias, sobre todo después de haber perdido a su jugador estrella Dominik Szoboszlai por lesión en la víspera del torneo. Pero la localía en un encendido Puskás Aréna en Budapest podría ayudarlo a protagonizar una que otra sorpresa.
De Bélgica, primero en el ranking FIFA, se espera otra carrera larga como la que tuvo en el Mundial 2018, cuando llegó a las semifinales. Tiene más o menos el mismo grupo de jugadores, aunque su talismán Eden Hazard no llega en su mejor momento en términos de nivel y condiciones físicas, mientras que el maravilloso ganador del premio PFA al jugador del año, Kevin De Bruyne, se ha sometido a una cirugía ocular, lo cual al menos significará que podría evitar jugar con una máscara facial. Sin embargo, seguramente le afectará. El plantel tiene una defensa entrada en años, lo cual podría pasarle factura en las instancias finales.
Dinamarca está en el Grupo B con Bélgica, así como el impredecible seleccionado ruso y el debutante Finlandia, que se apoyará en los goles del héroe del ascenso de Norwich City, Teemu Pukki. Los daneses parecen ser un dinámico conjunto secundario. Con Kasper Schmeichel en el arco, una defensa fuerte que logró anular a Inglaterra en Wembley, muchísima experiencia y las astutas incursiones de Christian Eriksen, son capaces de complicarle la vida a cualquiera.
Italia es menos cautelosa que años atrás y está en medio de una larga racha invicta bajo el mando de Roberto Mancini. Ciro Immobile puede anotar goles con la ayuda de Federico Chiesa y Lorenzo Insigne, mientras que los Azzurri también cuentan con mediocampistas de clase, unos veteranos y canosos Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci en la defensa y veloces zagueros en Alessandro Florenzi y Leonardo Spinazzola. De todas maneras, algo que preocupa es el estado físico del mediocampista clave, Marco Verratti.
Los italianos arrancan el torneo en Roma el viernes con un choque en el Grupo A contra un equipo de Turquía que cuenta con su mejor defensa de todos los tiempos, que sólo ha permitido tres goles en las clasificaciones y se quedó con cuatro puntos ante Francia. Este es un grupo complicado que también incluye a Suiza, un equipo que siempre pasa a octavos, y Gales, equipo para el cual Gareth Bale quizá no sea la fuerza que logró ser en su sorpresivo avance a semis en 2016. Italia debería encabezar el grupo, pero después de eso está peleado.
¿Qué me dicen de España? Que ganó tres torneos importantes en fila desde 2008 hasta 2012 con un equipo vintage. Ese triunfo por 6-0 ante Alemania, en el que Ferran Torres anotó un hat trick, demostró su talento, pero hay dudas por responder.
La preparación de España ya se ha visto severamente afectada por los casos positivos de COVID-19 de Sergio Busquets y Diego Llorente, haciendo que otros integrantes del equipo debieran entrenar solos y que España tuviera que hacer debutar a 16 jugadores en el triunfo por 4-0 del martes contra Lituania. Sólo un optimista podría creer que otros equipos podrían ser capaces de sortear similares dificultades, y hay una sensación de que este es un equipo impredecible condenado a quedarse corto a menos que Álvaro Morata o Gerard Moreno anoten goles en cantidad.
España debería tener demasiado para los rivales del Grupo E, Suecia (es una pena que Zlatan Ibrahimovic no esté en condiciones físicas de poder jugar), el equipo eslovaco de Marek Hamsik y Polonia, que se podría quedar en segundo lugar de ese grupo si Robert Lewandowski puede mantener su forma record de 41 goles en la Bundesliga y evitar la performance casi invisible que tuvo en la anterior Copa del Mundo.
En el grupo de Inglaterra, Croacia, uno de los finalistas del Mundial, todavía cuenta con el jugador de 35 años, Luka Modric al mando, y si bien sus resultados de esta temporada han sido modestos, tienen nuevos talentos como Bruno Petkovic y Nikola Vlasic. Independientemente de su forma reciente, todavía cuentan con la suficiente cantidad de jugadores buenos (incluyendo a Ivan Perisic, Marcelo Brozovic, Mateo Kovacic) para darle a Inglaterra un reñido primer partido en Wembley.
La República Checa, finalista en 1996, es difícil de leer, pero el hombre de West Ham, Tomas Soucek, fue uno de los jugadores de la temporada en la Premier League, y van a esperar recrear la entretenida victoria por 2-1 que lograron ante Inglaterra en Praga durante la clasificación, en vez de repetir la paliza por 5-0 que recibieron en Wembley.
Además, en ese grupo está el equipo mejorado de Escocia, que clasificó para su primer torneo importante en 23 años. Liderados por el hombre de Liverpool, Andy Robertson, y astutamente entrenados por Steve Clarke, un empate por 2-2 de visitantes contra los Países Bajos en un reciente partido de puesta a punto demostró que el seleccionado escocés puede ser muy competitivo. Clarke, inteligentemente, ha minimizado el bombo publicitario tras el choque con Inglaterra, razonando que los partidos contra Croacia y la República Checa en Hampden Park representan sus mejores chances de conseguir los puntos necesarios para avanzar.
Los Países Bajos se han perdido los últimos dos torneos, y no todos están seguros de que Frank de Boer sea el hombre que los podrá dirigir hacia una era de mayores éxitos. Sin Virgil van Dijk para liderar la defensa, es difícil imaginarlos como posibles ganadores. Habiendo dicho eso, con un poco de ventaja en casa en los tres partidos de un amable Grupo C que contiene a Macedonia, Ucrania y Austria, los Países Bajos parecen tener asegurado el avance a las etapas de eliminación.
La presencia de Macedonia del Norte en su primera Eurocopa llega por la vía de la Liga de las Naciones, y dio lugar a una celebración a nivel nacional. El veterano, Goran Pandev, 37, es su abanderado, y ese impresionante triunfo contra Alemania en marzo los alentará a creer que no sólo están para hacer acto de presencia. ¿Podrán ser el seleccionado de Islandia de este año?
Viéndome obligado a tomar una definición en este momento, Francia sería mi elegido para ganar aquí, con Portugal e Italia dando pelea y Dinamarca como una vivaz posibilidad remota.