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Alemania no gana, pero celebra

ESPN

El futbol de hoy ya no es ese deporte de 11 contra 11 en el que siempre gana Alemania.

Tal vez el futbol de hoy no se pueda resumir como alguna vez lo hiciera el exelantero inglés Gary Lineker. Y es que esa “obviedad” de que siempre gana Alemania parece bastante alejada de la realidad. Para muestra, su sufrido empate ante Hungría, selección que sólo estuvo por debajo en el marcador en 7 de los 270 minutos que jugó ante Portugal, Francia y Alemania, y que durante un buen rato tuvo a los germanos eliminados de la Eurocopa.

Pero es que Alemania no necesitó ganar su grupo ni tampoco tener lapsos de juego demasiado brillantes, más allá de los mostrados ante los lusos, para parecer la gran vencedora del grupo de la muerte.

Los de Joachim Löw han salido vivos de la primera etapa. Un paso al frente, por ejemplo, si tomamos como referencia el último Mundial. Y lo han hecho, además, para acomodarse de un lado del cuadro en el que Wembley se ve más cerca.

De hecho, en la catedral inglesa deberán jugar su siguiente partido. El rival será Inglaterra. Un peso completo en el papel y gran favorito en varias casas de apuestas, pero que en la cancha ha dejado tal vez más dudas que el propio equipo teutón. Los ingleses son, a priori, el único gran escollo para los alemanes si quieren estar en la final de Londres. Suecia, Ucrania, Países Bajos, República Checa, Dinamarca o Galés no parecen grandes amenazas. Ni siquiera para este equipo tan dubitativo y alejado de lo que presume su historia.

Es cierto que hay muchos ejemplos recientes como para no dar nada por hecho con Alemania. Acaba de mostrarlo Hungría, no hace mucho fue Macedonia del Norte y hace sólo tres años le tocó a Corea en una Copa del Mundo. Por ninguna de estas selecciones se hubiera apostado ante el poderío germano y todas fueron capaces de sacarle los colores.

Pero es que para Alemania pudo ser Bélgica como lo será para Portugal, o quedar de ese mismo lado del cuadro por el que deberá andar Francia y que incluye a equipos, además del belga y del portugués, como el italiano y hasta el español.

Mientras que de un lado Bélgica, Portugal, Italia, Francia, España y Croacia pelearán por su lugar en la final que parece imposible para Suiza y Austria; por el otro, Alemania mira por debajo del hombro a casi todos sus obstáculos y una final europea no parece ninguna locura.

El futbol de hoy ya no es ese deporte de 11 contra 11 en el que siempre gana Alemania; pero es que aún sin ganar, los alemanes parecen tener, por ahora, suficientes razones para celebrar.