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Claves del triunfo polaco ante Irlanda del Norte

MADRID -- Polonia presenta sus cartas como rival de categoría en la victoria por 1-0 ante Irlanda del Norte. El conjunto que dirige Adam Nawalka tuvo que derribar el muro defensivo de los debutantes para obtener una histórico triunfo, el primero en las fases finales en una Eurocopa, gracias a la insistencia de Arkadiusz Milik.

Milik acapara los reflectores

Los goles de Robert Lewandowski quedaron para mejor ocasión. No fue la joya del Bayern Munich sino Arkadiusz Milik quien hizo la diferencia para Polonia con el tanto que significó la victoria. Costó bastante a los polacos abrir el muro del rival, que prácticamente defendía con ocho hombres. Ambos atacantes, los más prolíficos de la escuadra polaca, tuvieron marca permanente durante casi una hora; a veces hasta con tres hombres. El plan de Irlanda del Norte de encerrarse en su área y anular a las dos mayores almenazas del rival funcionó durante un rato a Lewandowski apenas se le vio – no llegó a 15 toques en los primeros 45 minutos – y no disparó una sola vez en todo el partido. Suerte para Polonia, Milik logró zafarse de la marca y acabó por convertirse en la pieza determinante del cuadro de Adam Nawalka. El atacante del Ajax fue, por mucho, el hombre más activo en el ataque polaco; además de asegurar los tres puntos para su equipo, Milik registró cinco disparos, tres de ellos entre los palos, creó dos ocasiones de gol y siete centros al área, más que cualquier jugador de Polonia.

Irlanda del Norte se presenta sin argumentos

Que el primer contragolpe polaco tardara 65 minutos en producirse dice mucho del planteamiento de Irlanda del Norte. El ‘debutante’ del torneo se comportó como tal; un equipo que se sabe muy inferior al rival y que llegó a la cita sin más carta de presentación que una intrigante, más que impresionante, racha de 12 partidos invicto. Salió con una línea de cinco defensas, pero en realidad eran ocho los que de manera permanente protegían al arquero Michael McGovern, desconectados por completo de los dos hombres en punta, Kyle Laffery y Patrick McNair. El cuadro norilrandés no se permitió mostrar muchas más cualidades que la habilidad de entorpecer el juego del rival, provocando que el partido resultara aburrido y lento. Ya sea por sus propias limitaciones o su idea de juego, los de Michael O’Neill renunciaron al balón – Polonia acabó con el 65 por ciento de la posesión – y su creación fue nula; solo tuvieron dos ocasiones, ambas en la recta final, y ni un solo disparo a gol.

Polonia muestra sus cartas

Es incuestionable la importancia de Robert Lewandowski para su selección; más de la tercera parte de los 33 tantos que marcaron en la fase de clasificación (13) fueron suyos, pero los hombres de Nawalka han dejado constancia de que tienen un abanico de recursos. No es casualidad que el atacante Arkadiusz Milik terminara la fase de clasificación como máximo asistente del cuadro polaco, con seis pases a gol e interviniendo en al menos 12 tantos. Su entendimiento con Jakub Blaszczykowski tiene mucho que ver; la mayoría de los 41 pases que completó el mediocampista de la Fiore, incluida la asistencia desde la banda, fueron dirigidos a Milik, que en total registró cinco disparos, tres de ellos al marco. La peligrosidad de Blaszczykowski y sus recursos para distribuir encuentra un complemento perfecto en la habilidad de Krychowiak para moverse entre líneas y distribuir juego para los suyos. Mostraron, también, que son un equipo con gran profundidad por las bandas, sobre todo por la derecha, donde el lateral Lukaz Piszczek se internó cuantas veces quiso para centrar.