“Previo a un Torino-Nápoli, Edi estaba con la selección de Uruguay y regresó el viernes. No había entrenado en toda la semana con nosotros, pensé que yo podría jugar en Turín pero Cavani habló con el entrenador, le pidió jugar y anotó dos goles al día siguiente. Era una máquina: después del entrenamiento, se ponía los auriculares y salía a correr una hora más” comentó el ex futbolista Emanuele Calaiò, quien recordó su paso por Napoli, donde compartió equipo con Edinson Cavani.
Conversando con el periodista Manuel Guardasole en el programa Un calcio al Corona, el exdelantero italiano relató esa situación que se dio en marzo del año 2013.
El viernes 22 de marzo Cavani había jugado todo el segundo tiempo en el empate 1-1 entre Uruguay y Paraguay en Montevideo por las Eliminatorias rumbo a Brasil 2014. El martes 26, el uruguayo jugó los 90 minutos en la derrota celeste ante Chile en Santiago por 2 a 0. El viernes llegó a Italia y le comunicó al entrenador Walter Mazzarri que estaba en condiciones de jugar, el sábado ingresó a los 20 minutos del complemento por Insigne y cuando el partido estaba igualado 3-3 anotó de tiro libre al minuto 83 y luego confirmó el triunfo con un gol de cabeza a los 88.
Calaiò graficó con ese ejemplo el hambre de Cavani, lo que redundaba en los escasos minutos que tenía el italiano. El nacido en Palermo había llegado en enero del 2005 cuando el Nápoli estaba en la divisional C1, y en julio del 2008 fue cedido al Siena. En esa primera etapa en el equipo azul pudo conseguir los ascensos hasta llegar a Serie A y anotó 44 goles.
En enero del 2013, el entrenador Mazzarri llamó a Calaiò. Así lo recuerda el italiano: “Me dijo que necesitaba un jugador experimentado que conociera el vestuario. Comenzamos a negociar, y Mazzarri me advirtió que con Cavani era difícil jugar, pero con tres competiciones creí que podría encontrar un espacio. En Siena yo estaba muy bien, pero cuando Nápoles te llama respondes que sí, es un gran honor”.
Lorenzo Insigne apenas tenía 21 años, y Cavani con Goran Pandev eran los titulares, pero la Seria A, la Copa Italia y la Europa League podrían hacer repartir los minutos. Sin embargo, Calaiò confesó que fue difícil tener espacio porque Cavani quería jugar siempre.
Así que con apenas ocho partidos en el semestre, el italiano marchó de la institución napolitana para incorporare al Genoa cerrando esa segunda etapa en el club del Sur sin haber anotado ni una sola vez. Curiosamente, en ese mismo período de pases Cavani era transferido al PSG francés.