Diego Tatuaca, el motivo de su repentino adiós en Municipal y su gran regreso con Iztapa

El delantero, de 23 años, se alejó del fútbol un par de años. Ahora vuelve para buscar trascender con los Peces Vela

ESCUINTLA -- Su último festejo fue similar al primero. Explotó y se sacó toda la presión en un grito de gol que refleja muchos sentimientos. En el más reciente juego, Luis Diego Tatuaca marcó un golazo para darle la victoria a Deportivo Iztapa 1-0 sobre Guastatoya.

Y no solo por la importancia de la anotación para su equipo, por lo vistoso que fue o porque significó el segundo en su cuenta personal en solo tres juegos disputados; sino porque en lo personal representa la alegría de volver a jugar y a marcar, luego de dos años de ausencia.

¿Qué se hizo? Es imposible no recordar a Diego y su primer juego en la Liga Nacional. Fue el 31 de marzo del 2019. Municipal goleaba al desaparecido Petapa y Horacio Cordero lo hizo ingresar al minuto 83, en ese entonces de 21 años.

En su primer balón venció al portero rival para su primera celebración en la liga de los consagrados. Pero, después de eso no volvió a ver acción. Algo extraño.

Han pasado tres torneos desde aquel soñado debut. Ahora Diego Tatuaca ha vuelto con Deportivo Iztapa en algo que reconoce como una nueva oportunidad y una revancha. Suma tres juegos y ha marcado dos goles.

“Yo salgo de Municipal porque quería tratar de cerrar la Universidad lo más rápido posible y por otras cosas. Traté de tener lista la Universidad y ahora que ya la tengo decidí volver, porque es lo que me gusta y uno lo extraña. Gracias a Dios me dieron la oportunidad”, cuenta desde territorio porteño el delantero de 23 años. Cerró pensum en administración de empresas.

Una pausa inesperada

De una familia futbolera, su hermano Luis también juega en el equipo de los Peces Vela, fue extraña y repentina la decisión de alejarse del fútbol.

“Es bien difícil porque es lo que a uno le gusta y dejarlo es muy complicado, pero hay momentos en el fútbol en los que uno dice ‘ya no, ya no quiero’. Yo estaba decepcionado, como frustrado, no sabía… Fue una decisión de ‘mejor lo dejo, me dedico a estudiar y si quiero volver después regreso’. En ese momento estaba como decepcionado por algunas cosas que no me parecían y fue así como decidí dejar de jugar. Ahora las ganas volvieron”.

Recuerda que el uruguayo Gustavo Machaín fue el único que intentó detenerlo, “pero en ese momento yo estaba frustrado, no sé si molesto, entonces yo no quería, estaba decepcionado, no me sentía bien, no sentía el deseo de los entrenos y si no me sentía cómodo sabía que las cosas no me iban a salir, pero ahora estoy de vuelta”, cierra el tema.