Normalmente, esto no sería un buen consejo, pero confía en mí en este caso: No escuches al entrenador de Liverpool, Jürgen Klopp.
El fin de semana pasado, el alemán, normalmente sabio y elocuente, declaró que el objetivo de Liverpool para la próxima temporada es clasificar a la Champions League, y dijo: "parece que City al final será el campeón". Tiene razón en que el Manchester City de Pep Guardiola es el favorito para ganar la Premier League, según los modelos de predicción y los mercados de apuestas. Después de todo, ha ganado cuatro de los cinco títulos anteriores.
Pero el otro equipo que ganó uno en este trecho fue el propio club de Klopp, y en dos de las otras temporadas quedó en segundo lugar por un solo punto. Seis de las ocho mejores temporadas en la historia de la Premier League fueron de clubes dirigidos por Klopp o Guardiola en los últimos cinco años: tres para Liverpool y tres para City. Con un poco más de timing, Liverpool incluso podría tener más títulos que City. Teniendo en cuenta la cantidad de partidos que han ganado en las últimas cinco temporadas (131 frente a 146 de City), parece que un título de liga es lo mínimo que Klopp y compañía podrían haber conseguido. No es de extrañar que suene tan fatalista a punto de comenzar la temporada.
Sin embargo, hasta los equipos más dominantes cambian de un año a otro debido a la rotación del plantel, las lesiones, mejoras o desmejoras en el rendimiento de los jugadores, ajustes de los adversarios y toda la aleatoriedad inherente a tratar de patear un balón redondo con un pie irregular. Así que, con los equipos listos para enfrentarse este fin de semana en la Community Shield, echemos un vistazo a las diferentes formas en las que Liverpool y City dominaron la temporada pasada, y lo que eso dice sobre lo que deberíamos esperar de la nueva campaña.
Dominio del balón
Una de las formas por las que Liverpool llegó a desafiar a Manchester City de manera tan constante fue pareciéndose más a Manchester City. En la primera media temporada de Klopp, Liverpool produjo una inclinación de campo (pases completados por su equipo en el último tercio de la cancha, comparados con el número de pases completados por el rival en el último tercio) del 59 por ciento. El año pasado, esa cifra ascendió a un 69,4 por ciento, la más alta que el club ha producido en el conjunto de datos de Stats Perform, que se remonta a la temporada 2008-09.
City, por su parte, se ha defendido de Liverpool de forma tan constante pareciéndose aún más a City. En la primera temporada de Guardiola, su inclinación de campo fue del 66,9 por ciento. El año pasado fue del 75,6 por ciento, la cifra más alta jamás registrada en la Premier League.
De hecho, sólo 10 equipos han jugado al menos dos tercios (66,6 por ciento) de sus partidos en el tercio contrario: las cinco ediciones del City de Guardiola, los últimos tres conjuntos de Liverpool de Klopp y la única temporada de Maurizio Sarri con Chelsea en 2018-19. Mientras que todos los equipos de City y de Liverpool siguieron inclinando mucho el campo de una temporada a otra, la inclinación de campo de Chelsea bajó del 66,7 por ciento al 61 por ciento la temporada siguiente.
Sin embargo, eso sólo ocurrió tras un cambio de entrenador, de Sarri a Frank Lampard. Teniendo en cuenta que Klopp y Guardiola no se irán a ningún lado, sería chocante que cualquiera de los dos no volviera a dominar la batalla territorial en 2022-23. Sin duda, las incorporaciones de Erling Haaland en City y de Darwin Núñez en Liverpool, dos delanteros más tradicionales que no participarán tanto en el juego de posesión como los jugadores a quienes reemplazan, apuntan a la voluntad de ambos equipos de ceder un poco el control del balón, pero sus porcentajes aquí deberían seguir liderando la liga.
Posesión peligrosa
Controlar el último tercio eleva tu piso. Es realmente difícil ser un equipo por debajo de la media si la mayoría de tus partidos se desarrollan en el tercio defensivo del otro equipo. Pero hemos visto a muchos equipos a lo largo de los años que convierten ese tipo de dominio en un aluvión de remates de baja calidad para ellos y unas pocas ocasiones de contraataque de alta calidad para sus oponentes. Léase: Chelsea bajo la dirección de Sarri.
Otros equipos -pensemos en los equipos de José Mourinho del pasado, o en los de Antonio Conte de la actualidad- sacrifican parte del control del último tercio para dominar el área grande. Limitan el acceso a su área al no arriesgar tantos jugadores adelante, y tienen un acceso más fácil al área rival al sacar a sus oponentes de su propio tercio.
Sin embargo, los equipos verdaderamente dominantes que mantienen la excelencia año tras año son los que pueden hacer ambas cosas. La temporada pasada, City permitió el cuarto menor número de toques del rival en el área entre todos los equipos de la Premier League de los que tenemos datos:
Por otro lado, es el segundo equipo de la base de datos que más toques hizo en el área grande rival, mientras que el Liverpool del año pasado quedó cuarto:
En conjunto, City logró 28,8 toques más por partido en el área de los que permitió, el segundo mayor diferencial en una sola temporada. Liverpool, por su parte, terminó quinto con un +23,6. El Top 10 es 90 por ciento de City: las cinco temporadas de Guardiola, más los equipos campeones de Roberto Mancini (2011-12) y Manuel Pellegrini (2013-14), junto con el equipo de Pellegrini en 2014-15.
Al igual que con el control del balón, el dominio de Liverpool en la zona más peligrosa del campo de juego ha mejorado constantemente bajo la dirección de Klopp, antes de alcanzar un nuevo nivel el año pasado:
- 2015-16 (sólo partidos de Klopp): +11,7 toques en el área grande
- 2016-17: +17
- 2017-18: +17,4
- 2018-19: +17,1
- 2019-20: +17,8
- 2020-21: +18
- 2021-22: +23,6
Fuera de las seis temporadas completas de Klopp en Anfield y de los nueve equipos de City que ya mencionamos, el único otro equipo de la Premier League que alcanzó un margen de toques en el área de +17 o más fue el Chelsea de Carlo Ancellotti que ganó el título en 2009-10. Registró un +17,8, y luego bajó a +14,2 la temporada siguiente, esta vez sin un cambio de DT. Así que, aunque esto sugiere la posibilidad de una baja tanto para Liverpool como para City, es mucho más probable que mantengan un nivel de dominio similar en la zona más peligrosa del campo de juego.
Liverpool, que la temporada pasada dio un salto al nivel de City, parece el principal candidato a sufrir una baja, pero sólo hasta su nivel anterior, que sigue siendo superior al de cualquier otro equipo que no sea City.
Sin embargo, City perdió a Raheem Sterling, quien solía liderar al equipo en toques de balón en el área cada 90 minutos año tras año, y a Gabriel Jesus, quien terminó cuarto en el equipo la temporada pasada según la misma métrica. Para ser claros: conseguir toques en el área es una habilidad -posiblemente la mejor habilidad de Sterling- y aparentemente City está apostando cientos de millones de libras en que Jack Grealish y Erling Haaland resulten igualmente constantes.
El equilibrio de las ocasiones
La semana pasada, Elliott McKinley de American Soccer Analysis, volvió a confirmar -además de una serie de nuevos hallazgos- el poder predictivo de los goles esperados (xG). Observando los 14.608 partidos desde la temporada 2017-18 en las cinco grandes ligas -y eliminando todos los partidos de la temporada 2020-21 jugados mayormente en estadios vacíos- descubrió que la ratio de xG de un equipo predecía significativamente mejor los resultados futuros de un equipo que su ratio de remates al arco, su ratio de remates, su ratio de goles y el índice de puntos por partido -- en ese orden. Crear grandes ocasiones y suprimirlas en el otro extremo es, a la larga, cómo se ganan los partidos de fútbol.
Aunque el trabajo de McKinley se centró en el poder predictivo de la métrica durante la temporada, es lógico que el xG también sea un indicador más fiable de una temporada a otra que el resto de las métricas. Durante la época de los datos avanzados de Stats Perform, Manchester City produjo el mejor diferencial de la historia de xG en la Premier League (+72,7), mientras que Liverpool quedó tercero (+60).
Este gráfico contiene cada temporada individual de un equipo de la Premier League desde 2009. El City de la temporada pasada es el punto de la esquina inferior derecha; Liverpool está representado por el punto que se encuentra justo encima.
Por decirlo de otro modo, hay muchos equipos que logran sumar los puntos que sumaron Liverpool (92) y City (93) la temporada pasada -octavo y empatado en sexto lugar, respectivamente, en la historia de la Premier League- a base de algo insostenible. Es la razón por la que la mayoría de los equipos no lo hacen; este tipo de excelencia a lo largo de la temporada suele requerir algo que es casi imposible de repetir. Podría ser el mejor año de varios jugadores al mismo tiempo, una sucesión de victorias oportunas por un solo gol, una temporada sin lesiones o una racha de malos resultados del rival durante todo el año. Pero ninguno de estos equipos es uno de esos equipos.
La diferencia entre ambos es que City ha mantenido este nivel de dominio histórico en todos los aspectos -incluyendo la inclinación del campo, instalarse en el área contraria y dominar el equilibrio de oportunidades- durante la mayor parte de una década. Liverpool, por su parte, recién llegó la temporada pasada. Pero, como hemos visto con City, cuando te vuelves tan bueno en todo, tiendes a seguir siéndolo. Y ese es el único punto de referencia que tenemos para el aire enrarecido que actualmente ocupan estos equipos.
Así que, aunque Klopp tiene razón al afirmar que City es el favorito para volver a ganar la Premier League, no estoy seguro de que sea el marco adecuado para la temporada que estamos a punto de ver. Creo que el resultado más probable es que ambos equipos estén, una vez más, entre los mejores equipos que hayamos visto nunca. Y si ese es el caso, lo más probable es que la temporada 2022-23 se decida por algo -una racha ganadora, un par de malas decisiones, algunos desvíos improbables, una o dos actuaciones individuales inolvidables- que es imposible de predecir.