Juergen Klopp y Pep Guardiola están en la disposición de detener sus partidos si los jugadores están sujetos a abusos racistas, como los que experimentaron algunos jugadores de Inglaterra en Montenegro esta semana.
La UEFA abrió una investigación después de que los jugadores ingleses Danny Rose, Raheem Sterling y Callum Hudson-Odoi dijeron que fueron víctimas de abusos raciales durante su victoria por 5-1 en Podgorica.
El técnico del Liverpool, Klopp, cree que retirarse debido a una minoría de simpatizantes daría "demasiado poder a uno o dos idiotas", pero dijo que la decisión debería tornarse hacia los directivos si el abuso aumentara.
"Si es la postura continúa, lo haría al ciento por ciento", dijo Klopp a los reporteros antes del juego de la Premier League del domingo contra el Tottenham Hotspur.
"Pero es demasiado poder para uno o dos idiotas. Tenemos que encontrar formas de castigar estos incidentes".
"No es que los técnicos deban hacer eso, porque si me llevo a los jugadores y dicen que no fue tan grave, pierdes el juego, nuestro trabajo es ganar partidos de futbol".
Guardiola también está a favor de que sus jugadores del Manchester City se retiren del terreno de juego, y agregó que el futbol debería intentar ser un ejemplo para la acción contra el racismo.
"Podríamos hacer eso (irnos)", agregó el español. "El futbol es un arma poderosa para defender los principios de la humanidad. La gente dice que no se puede mezclar futbol y política, pero eso no es cierto.
"No es un problema del futbol, es la propia sociedad. Creo que en Europa, no en el futbol, está empeorando".
La junta de la Asociación de Futbol se reunió el jueves para discutir los incidentes en Montenegro y convocó una campaña estructurada dentro de la UEFA y la FIFA para garantizar que incidentes como éste se traten de manera adecuada.
La junta también acordó que debería haber más transparencia en los cargos de FA en el futuro cuando se descubra que los clubes incumplen las reglas luego de tales incidentes en los juegos locales.
Mientras tanto, el técnico del Chelsea, Maurizio Sarri, quiere que los cuerpos que gobiernan el deporte introduzcan pautas claras para detener los partidos en pro de combatir el abuso racista.
"Necesitamos una regla, creo. Una regla para la Premier League, pero también para todos los campeonatos en todo el futbol. Una regla que nos permita detener el partido", dijo Sarri.