El seleccionado nacional salió con una playera que decía “Hasta arriba”, con dedicatoria para su padre Felipe de Jesús
En la caravana de bienvenida del Pachuca, había una manta que decía “Todo empezó con una promesa”, en un extremo estaba la foto de Kevin Álvarez , seleccionado mexicano, y en el otro una de su papá, Felipe de Jesús, quien murió jugando futbol, al caerle un rayo.
“La promesa era llegar a Primera División y cumplir el sueño de quedar campeón. Estamos apoyando a mi hermano desde siempre”, cuenta Óscar Álvarez, hermano de Kevin, en entrevista con ESPN.
La frase la tiene tatuada Kevin Álvarez en su cuello “started with a promise” y en la cancha del Estadio Hidalgo salió con una playera que decía “Hasta arriba”, con dedicatoria para su padre Felipe de Jesús, que en septiembre del 2006 le cayó un rayo y su hijo convirtió el dolor en impulso.
“Estaría muy orgulloso, esto es lo que siempre soñó y sé que está disfrutando mucho de esto”, dice Kevin Álvarez, en la cancha del Estadio Hidalgo, con la medalla de campeón colgada al cuello, en donde tiene tatuada la frase y presumiendo la playera con dedicatoria a su papá.
El compromiso entre Kevin Álvarez y su papá no termina en la noche que se coronó en Pachuca, el futbolista de 23 años cada vez aumenta más las promesas hacia su padre, ya que ahora le prometió que irá a una Copa del Mundo y después se concentrará en el sueño europeo.
“Ser futbolista profesional fue lo primero, conforme ha pasado el tiempo le he prometido más cosas, como ser campeón, y ahora le prometo que voy a llegar más lejos”, suma Kevin Álvarez. “A Europa, ser campeón por allá, ir al Mundial, todo lo que pueda”, asegura.
La mira de Kevin Álvarez ahora está enfocada en Qatar 2022, el Mundial al que espera llegar acompañado de su padre, “que desde arriba está disfrutando todo esto”.
“Creo que estaría muy feliz, su sueño también era que alguno de nosotros pudiera jugar a su máximo nivel”, agrega Óscar Álvarez, que siempre acompaña a su hermano, Kevin.