El portero aprovecha la ausencia de Sebastián Sosa por lesión para recuperar la confianza de la afición universitaria.
Julio González, portero de los Pumas, se reencontró con su afición. El domingo pasado, en el duelo ante el Atlético de San Luis, su nombre fue coreado debido a las atajadas que tuvo y por las cuales se llevó las palmas; sin embargo, llegar a ese punto le costó mucho sudor y malos momentos, ya que fue uno de los más señalados por el mal momento del equipo apenas el torneo pasado.
“La verdad es que el primer semestre fue el primero como titular y no me salió nada. Había muchas expectativas, no las llenamos y no tuve mi mejor torneo. Llegó Sebastián (Sosa) y lo apoyé como él a mí.”, confesó Julio el jueves pasado en conferencia de prensa.
Sin embargo, el acapulqueño, de apenas 31 años aguantó las críticas, soportó los señalamientos y fue clave para que Pumas volviera a la victoria, y es que desde el 22 de enero no sabían lo que era ganar en casa.
“Portero, portero” fue el grito que más de 11 mil 550 aficionados corearon hacia el minuto 58 cuando tuvo una triple atajada que permitió que su equipo siguiera con la ventaja en el marcador.
“Se sintió bonito que corearan mi nombre y en su momento me exigieron y me abuchearon. Disfrutar el día a día para que sea un gran cierre de torneo”, agregó González.
Fueron meses en los que no la pasó bien, pero al final se sobrepuso al mal trago debido a tres cosas. Primero porque sabe que es un privilegiado por tener esta profesión. Segundo por el amor y apoyo de su familia, y en último lugar lo mucho que le quiere dar a Pumas por creer en él cuando nadie lo hizo.
“Hay que tener mucha paciencia y seguir trabajando. Me queda la frase que me dijo Oswaldo Sánchez, ‘que ni tan bueno en las buenas, ni tan malo en las malas’. Me encanta ser el portero de Pumas y es el equipo que me abrió las puertas y disfruto esa responsabilidad. Voy a dejar todo para que mi equipo gane y estemos en repechaje”, dijo sin titubear.
PORTERO CON GOL
El torneo pasado fue Julio González quien le dio a Pumas un empate agónico ante el Toluca en la jornada 14. Hacia el minuto 90, el portero remató un centro de Dani Alves y puso el 2-2 en el marcador que le dio a los auriazules un punto que era oro molido.
Este domingo volverá a ver a los Diablos, pero lo más importante para él es que su equipo gane y así sigan con vida en este Clausura 2023 y acercarse a los sitios de repechaje.
“Me da mucha alegría porque es un momento que se da pocas veces en la vida, meter un gol, pero mi enfoque es que gane el equipo. Nos lo merecíamos porque lo trabajamos con el cuerpo técnico anterior y ahora con el ‘Turco’”, concluyó el guardameta.