CIUDAD DE MÉXICO -- Carlos Peña se cruzó con un gran 'padrino' para su carrera justo cuando ésta llevaba años en franca decadencia.
Por alguna extraña razón o un buen recuerdo futbolístico —solo él lo sabe—, Pedro Caixinha puso los ojos en el apodado 'Gullit' para llevarlo al balompié europeo, luego de que el futbolista había fracasado en su paso por Chivas, y pasado de noche en una segunda etapa con el equipo de sus amores, el León.
Llamado a ser uno de los referentes de la Selección Mexicana en el Mundial de Brasil 2014, a unos meses de la justa Peña tuvo un declive alarmante que no encontró freno y esto provocó no sólo que perdiera la titularidad en el Tri, si no que desde entonces la versión que llegó a mostrar con los Esmeralda de Gustavo Matosas no se viera más.
Fue a Chivas con la tristeza a flor de piel y entre lágrimas por dejar León, lo que resultó un mal augurio que con el paso de los meses solo confirmó la pésima inversión que hizo el Rebaño Sagrado, en donde nunca tuvo la capacidad de asumir el rol protagónico que estaba llamado a tener.
El mediocampista, que vivió sus mejores momentos jugando como enganche, está por cumplir 28 años en marzo; sin embargo, lleva cuatro estancado.
Ya no tiene la potencia que mostró con la que era capaz de dejar rivales en el camino y poner un pase de gol; mucho menos es el conductor con peso específico de los avances de su equipo (ni en Chivas, segunda etapa en León ni en Rangers), y ni hablar del disparo de media distancia o como finalizador de jugadas.
Resulta alarmante pero la carrera de Peña parece haber terminado a los 24 años. Se le ha relacionado con excesos fuera de la cancha, aunado a una frágil mentalidad que quedó en evidencia cuando soltó el llanto el día que el equipo más popular del país lo adquirió. Vaya contrasentido.
Tras un breve andar por el futbol escocés, que dicho sea de paso es el cuarto o quinto escalón en Europa, y donde tampoco logró trascender, el 'Gullit' recibe una enésima oportunidad para 'revivir' futbolísticamente hablando.
Cruz Azul es la nueva parada de Peña a petición de su 'ángel de la guarda', Pedro Caixinha. La apuesta es arriesgada para La Máquina al tratarse de un jugador con los antecedentes comentados, pero de nueva cuenta él tendrá la palabra en la cancha.
De acuerdo con la presión que se vive en el conjunto celeste y con la urgencia de resultados, el perfil de Peña no parece encajar en el equipo, el cual será su tumba o resurrección, no hay más.