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El suplicio que ha implicado para el Estadio Azteca la cancha híbrida

MÉXICO -- El cambio de cancha del Estadio Azteca se ha convertido en un suplicio tanto para América como para Cruz Azul en el segundo semestre de 2018 y el mal estado del césped provocó que el juego de la NFL entre Los Angeles Rams y los Kansas City Chiefs planeado para el lunes 19 de noviembre cambiara de sede.

Desde el pasado mes de julio se cambió el campo del Coloso de Santa Úrsula para pasar de uno natural a uno híbrido y su instalación finalizó apenas unas horas antes de que fuera usado por primera vez el 21 de julio cuando Cruz Azul recibió al Puebla en la primera jornada del Apertura 2018.

Desde entonces, han pasado casi cuatro meses y en ningún momento el césped ha lucido su mejor forma. Entre las intensas lluvias, su uso constante en partidos de futbol y últimamente un par de conciertos, el pasto ha sufrido afectaciones continuas de tal modo que tras la cancelación, por primera vez en tres años, del juego de temporada regular de la NFL en México, su estado se mantiene como una incertidumbre.

Este sábado cuando Cruz Azul recibió a Lobos BUAP en el último partido de futbol, el césped lució su peor forma al estar severamente afectado del lado sur. Las zonas amarillentas y muchas de ellas cubiertas con carboncillo resaltaron más que el verde natural y común de los campos de futbol.

“De lo que fue el juego contra el Puebla (primero de la temporada) hasta hoy, viene cada vez peor. No me parece. No soy especialista en céspedes, pero no pienso que sean los conciertos, hay algo más y me preocupa y no seguro solo a mí, sino a los dueños del estadio también. Hay que creer en las personas, pero la verdad que la calidad de la cancha viene de bajada y afecta a los dos equipos que juegan en esta cancha”, lamentó Pedro Caixinha una vez que terminó el juego del Cruz Azul sobre Lobos BUAP.

El miércoles 7 de noviembre se celebró un concierto de los 25 años de la cadena Telehit y para el sábado, dos horas antes del partido de futbol, había diversos jardineros y hasta personal de la NFL que daba un cuidado intenso al maltratado césped del Azteca. La intención era que se mantuviera lo menos afectado posible.

“Es lamentable que un estadio tan bonito y el mejor estadio de México tenga un césped tan malo”, lamentó por su parte Francisco Palencia, director técnico de Lobos BUAP, equipo que visitó en esta ocasión el Coloso de Santa Úrsula.

El pasado mes de agosto, Daniel Duffy, principal encargado de Tarkett Sports, empresa encargada de colocar el nuevo césped del Azteca, se comprometió a que el césped quedaría a su 100 por ciento para el 15 de septiembre, día en el que América recibió a Monarcas Morelia. La promesa, sin embargo, no se cumplió, pues para esa fecha se mantuvieron las afectaciones, a pesar de que sí hubo una leve mejoría.

Entre las medidas que se tomaron para restarle desgaste al pasto fueron quitar los partidos de la Liga MX Femenil del América, así como algunos encuentros de la Sub-20 del mismo cuadro azulcrema. De hecho, el propio equipo de Coapa suspendió un entrenamiento agendado en ese césped el pasado 26 de julio.

“La cancha no está al nivel de la magnitud del estadio y sabíamos que podía pasar, pero nos avisaron para mejorar y debemos esperar... La lluvia no ayuda mucho, porque la lluvia afloja el pasto”, expresó Miguel Herrera, entrenador del América, el pasado mes de julio.

Las zonas amarillentas del inmueble en ningún momento han desaparecido y estas lucen, sobre todo, en la línea de banda que está pegada a los banquillos de suplentes de cada uno de los equipos, así como en el área de la zona norte.

En su momento, la empresa encargada del nuevo césped alegó la falta de tiempo y de descanso que se le dio a la gramilla, lo que causó estrés a la hierba y por ende, su dificultad para establecerse como estaba presupuestado.

Ahora, el Azteca tendrá actividad de una jornada más de futbol el 24 de noviembre cuando América reciba al Veracruz, mientras que para la Liguilla es altamente probable que tenga juegos tanto de las Águilas como del Cruz Azul en días consecutivos, pues ambos están colocados entre los primeros cuatro lugares de la clasificación, lo que implica que los dos reciban sus partidos de vuelta en casa. El cambio de campo ha sido un problema mayor para el Azteca.