<
>

Luis Romo, el jugador que transformó su suerte de pescador a futbolista

play
'Chuletita' Orozco ha sido clave en la carrera de Luis Romo (2:20)

Darío Romo platicó de cómo llegó su hermano a Cruz Azul y su primer contacto con el futbol (2:20)

Darío Romo cuenta cómo fueron los inicios de Luis Romo, quien estuvo ligado a la carreras de otros jugadores del Cruz Azul: Luis 'Chuleta' Orozco y 'Chuletita'

MÉXICO -- Luis Romo tenía el destino marcado por tradición: dedicarse a la pesca, en especial a los ostiones. Sin embargo, Darío, hermano del jugador de Cruz Azul y actual seleccionado por México, coincidió en la primaria con Javier Orozco, quien fue el encargado de meter al balompié entre las prioridades de la familia Romo, incluso años más tarde, Luis Orozco, papá del ‘Chuletita’, le consiguió a Luis la oportunidad de probarse en la Máquina.

“Nuestra historia está ligada a otro par de hermanos que jugaron en Primera División. A mí me tocó tener la fortuna de estar en la primaria con Javier Orozco. La verdad, yo no conocía nada del futbol, por casualidad, cosas del destino, me toca estar en la primaria con él y a la edad de ocho años sacan una selección de la primaria, me toca estar junto con Javier”, recuerda Darío en entrevista para ESPN Digital, quien actualmente es portero de Correcaminos de la Liga de Expansión y al igual que Luis, debutó en Primera División con los colores del Querétaro.

“Mi papá... trabajador desde siempre, mi mamá pues ama de casa y costurera, no teníamos un acercamiento al deporte. La verdad es que éramos una familia de trabajo. Mi familia toda es trabajadora del mar, pescadores, en especial nos dedicamos a los ostiones. Mi papá ostionero, tíos ostioneros, abuelo ostionero y conmigo empieza un poco el acercamiento al futbol”, afirmó.

“El papá de Javier, 'don Chuleta', era el de la selección de la escuela. Empieza a invitar a cierta cantidad de niños a su escuelita, él tenía una escuelita en ese entonces. Me acoplé a su escuelita, empecé a ir dos días a la semana. Empecé a porterear a la edad de los 12 años y así fue como Luis empezó a jugar, ya con el ejemplo de que yo jugaba. A mis papás les gustó la idea, les gustó el ambiente, era un ambiente que no conocían, pero se les hizo sano”, indicó Darío.

Los hermanos dieron sus primeros pasos como futbolistas en el Club Deportivo El Debate, en la cancha de la colonia Tabachines, en el Estadio Navarro Escoto, instalaciones en las que Luis se presentó a los tres años en la categoría “Chupones” y lo hizo con gol.

“En su primer partido, en esa categoría con niños, hizo un gol. Él (Luis Romo) jugaba de delantero cuando estaba más chico y desde ahí no dejaba de jugar. Fue escalando categorías, siempre en selecciones menores y conforme fueron pasando las categorías, lo fueron aventando un poco más para atrás. Él empezó de centro delantero, jugaba de extremo, jugaba en medio campo, de hecho, cuando debuta en Primera División lo hace como central, entonces yo creo que ahí es esa cualidad que ahí tiene para manejar varias posiciones”.

El futbolista de Cruz Azul, de 25 años, es el menor de los hermanos Romo Barrón, por arriba de Luis está Cinthya, Karla y Darío, el mayor de 32 años, quien recuerda que ‘Don Chuleta’ llevó a Luis a hacer pruebas a La Noria, pues tenía contactos con los cementeros debido a que sus hijos Luis ‘Chuleta’ Orozco y Javier ‘Chuletita’ Orozco son canteranos de La Máquina.

“El ‘Chuleta’ le consigue unas pruebas a él en Cruz Azul. Él tenía conocidos ahí, pues por parte de Javier y de Luis, su hijo el más grande, y le consigue las pruebas y lo lleva para allá. Los mismos entrenadores que tuve yo, los tuvo Luis, algunos y el ‘Chuleta’ fue una parte importante para llevar a Luis a probarse al Cruz Azul y ahí empezó el camino de Luis Romo”.

El menor de los Romo no estuvo mucho tiempo en las fuerzas básicas de Cruz Azul, pues lo cortaron ante la poca actividad que sumó, pues apenas tuvo 10 minutos de participación, sin embargo, con apoyo de su hermano, consiguió una prueba en Querétaro, donde de inmediato se ganó un lugar, así lo recuerda Isaac Morales, quien lo dirigió entre 2016 y 2018.

“Era una armadura de nobleza que hasta la fecha la sigo viendo y que me da mucho gusto que no pierda la esencia, que puede ser un crack en la cancha, pero esa nobleza que lo caracteriza sigue firme”.

“Tiene desarrollada una capacidad para ver lo que está pasando en el juego, es como si él tuviera un Waze, como si tuviera un mapa en la cabeza de lo que está pasando en el juego, de lo que necesita. No solamente tenía esa facilidad para sacar la pelota desde atrás, también de observar lo que estaba pasando en las zonas de la cancha”, aseguró.

Darío, al ser el mayor, ha sido testigo del esfuerzo que ha hecho toda la familia Romo para que Luis pueda triunfar en el futbol, por lo que ahora que vive sus primeros llamados a la Selección Mexicana, lo toman como un premio para sus papás, hermanos, pero también a su esposa, quienes tienen la costumbre de subir fotos a su grupo de WhatsApp momentos antes de los partidos del hermano menor.

“Es un premio para mis papás, es un premio para mis hermanas, es un premio para mí, es un premio para su esposa que está con él desde esos momentos difíciles, desde los 18 años. Mis papás se esforzaron mucho por llevarlo a entrenar. Ahorita se hace fácil, un par de tachones, pero en ese momento no era fácil comprar tachones, era un gasto que no estaba planeado y la familia vivía al día. Mis hermanas que de repente tenían que dejar de hacer cosas que ellas ya como adolescentes tenían planeadas por llevarlo a entrenar, por traerlo, mis hermanas fueron un papel importante”, expresó Darío.