1997: El año de Cruz Azul, Ronaldo y Titanic

Cruz Azul, la última vez que se coronó, coincidió con el éxito taquillero de Titanic y el ascenso del 'Fenómeno' en el futbol internacional

1997 fue un año especial e irrepetible. En prácticamente cualquier ámbito de la vida, algo único estaba sucediendo. En el mundo del séptimo arte y el espectáculo, por citar un ejemplo, Titanic se convertiría en una película de culto, arrastrando a millones y millones de personas hacia las salas de cine.

Y al igual que con la legendaria embarcación, en el futbol mexicano también había una “máquina” que lucía invencible y lista para seguir su camino de conquistas. El Cruz Azul, como el Titanic, disfrutaba un momento de opulencia y éxito, apenas antes de chocar de lleno con un “iceberg” que cambiaría su historia al menos por los siguientes 23 años.

El mundo era simplemente distinto. El internet y los teléfonos celulares existían, sin embargo eran un lujo para unos cuantos, más que unas herramientas de uso diario. El precio del dólar apenas superaba los ocho pesos mexicanos y un boleto para un partido de futbol en México podía costar tan poco como 20 pesos.

Antes de que Cruz Azul se coronara en León, el Campeón del futbol mexicano era el Guadalajara, con figuras como Claudio Suárez, Ramón Ramírez y Gustavo Nápoles. La Selección Nacional Mexicana era comandada por Manuel Lapuente, con quien el Tricolor había hecho un buen papel en la Copa América de Bolivia, obteniendo el tercer puesto de la competición.

En la Liga, los buenos delanteros mexicanos se contaban con varios dedos de las manos: Luis García, Carlos Hermosillo, Zague, Jesús Olalde, Jared Borgetti, Luis Hernández y Ricardo Peláez, entre otros, hacían frente a los atacantes extranjeros.

A nivel internacional, la referencia obligada de la posición era el fenómeno llamado Ronaldo Luis Nazario de Lima, quien dejó al Barcelona para enrolarse en el Inter de Milán, demostrando ser el mejor jugador del planeta y llevándose a casa el balón de oro como prueba de ello. También ganó la Copa América con Brasil en ese dulce 1997.

Volviendo a México, el Cruz Azul de Luis Fernando Tena, con jugadores como Oscar Pérez, Juan Reynoso, Guadalupe Castañeda, Benjamín Galindo, Juan Francisco Palencia y el propio Carlos Hermosillo, lograría coronarse campeón después de 17 años de sequía, sin saber el “choque” que vendría después.

Hoy, el grupo de encargados de cambiar la historia de la Máquina y darle un nuevo título tras 23 años, incluye a jóvenes como Juan Escobar u Orbelín Pineda, que en 1997 tenían dos y un año de vida, respectivamente. Además de que elementos como Santiago Giménez y Roberto Alvarado, ni siquiera habían nacido.