Si te animas Tata a finalmente llamar a Funes Mori, no le des más armas a todos aquellos que lo quieren ver fracasar.
Que complicado ser el seleccionador nacional. Puedes pasar semanas y hasta meses sin estar en la memoria de la opinión pública, pero de pronto, sobre todo en los veranos, todo lo que hagas, todo lo que decidas, todo lo que elijas, pasa a ser minuciosamente examinado. Exageradamente revisado, incluso me atrevo a decir. Y si se te ocurre convocar a un jugador naturalizado, al menos en México, buena suerte.
Es el presente de Gerardo Martino. Desde su llegada, pocos motivos para criticarle o cuestionarle, pero tras los últimos partidos, vive su momento tal vez más “delicado”, y lo pongo entre comillas porque no tiene nada que ver con estados delicados vividos en el pasado no tan lejano. Ya hubieran querido De la Torre o Eriksson tener estas vivencias y no las tremendas angustias que tuvieron que pasar. El verano tiene todavía por delante una Copa Oro y levantarla traería de vuelta el estado de paz que parecía acompañar al Tri desde principios del 2019.
El nuevo nudo que parece formarse en el camino de los verdes se llama Rogelio Funes Mori. No me malinterpreten, no es Funes Mori como tal el problema, de hecho ante mi particular punto de vista, su llamado es uno que le vendría a aportar al Tri. Para mí existen dos cuestiones que hacen que todo esto se vuelva delicado. El primero, que en México se cuestiona en automático el llamado de un naturalizado, y el segundo, que incorrectamente se le ha puesto en un frente a frente con Javier Hernández.
Y no me digan que los cuestionamientos hacia el llamado de Rogelio tienen que ver más con su presente goleador, que con su lugar de nacimiento. A otro lado con esos cuentos. Desde su arribo a la Liga, no hay un nacido en territorio nacional, que haya marcado los goles que él tiene. Por supuesto que sería llamado al Tri alguien con esos números. El “buen momento” es un estado ideal que difícilmente se respeta, porque no me van a decir que hoy la lista de Martino tiene a puros elementos que viven un presente fantástico. Años de ver a jugadores que no tenían minutos en Europa y venían a llamados, y ahora nos ponemos muy exigentes. Al Tri claro que van los que andan bien, pero también van los que tienen el potencial para aportar y de eso, no hay duda que Funes Mori lo puede hacer.
La otra cuestión, y para mí donde tiene que ser muy inteligente Martino, es la de Javier Hernández. Lo peor que puede hacer el Tata es llevar al de Rayados y dejar fuera de la lista de Copa Oro al Chícharo. Hacer ver todo esto como si fuera una elección de uno por encima del otro, porque entonces Martino terminaría perjudicando a su nuevo atacante.
Acostumbrados estamos a que el que queda fuera de la lista, el que no es llamado, el que no es convocado, tenía la solución a todos los problemas. Cada juego donde no marque el “Mellizo”, se asomará la sombra del Chicharito. Las acciones erradas por uno, serán situaciones que en la mente de los aficionados y la crítica, hubieran sido aprovechadas por el del Galaxy. A Funes Mori no le conviene competir contra el fantasma de Javier, porque al fantasma nunca le va a ganar. Funes Mori tiene que ganarse en la cancha compitiendo directamente contra el de Guadalajara su oportunidad en el once inicial. De otra manera Martino lo está dejando solo ante una horda feroz que está ansiosa por hacer trizas al nacido en Argentina.
Lejos de pensar con quien acompañarlo en la cancha, Martino tendrá que pensar cómo puede ser el mejor aliado de un jugador que tendrá un camino más empedrado que otros para vestir la verde. Las condiciones por supuesto que las tiene, pero son decisiones fuera de la cancha las que podrían terminar por ponerlo en una situación más delicada. Si te animas Tata a finalmente llamarlo, no le des más armas a todos aquellos que lo quieren ver fracasar.