Daniel Peluffo-Wiese, de madre alemana y padre uruguayo, contó en ESPN su historia y sentimiento por Uruguay, pese a haber nacido en Miami y vivir en Múnich desde los 16 años. El golero de 2,01m de estatura que fue parte del proceso juvenil de la Selección Sub-20 dirigida por Marcelo Broli defenderá a Albion en la Segunda división del fútbol uruguayo.
Es junio del 2014. En Brasil el fútbol es más fiesta que nunca con la disputa de la vigésima edición de la Copa del Mundo. En Uruguay, día 19, se celebra el natalicio de Artigas, y mientras los escolares prometen la bandera y los liceales la juran, hay ansiedad por el partido de la tarde ante Inglaterra sin saber el estado físico de Luis Suárez.
Esa jornada, en una pizzería en Alemania, con esa misma bandera y una camiseta de Diego Forlán, un flaco alto celebrará los dos goles de Suárez luego de haber sonreído al ver por televisión la bandera de dos hinchas en el Arena Corinthians que rezaba God save the king con el rostro dibujado del delantero.
Si alguien de esa pizzería se atreviese a preguntarle a ese joven por su camiseta celeste, se sorprendería aún más al escucharle pronunciar un perfecto inglés y escasas palabras en español, pero a la vez notar una emoción genuina sobre ese equipo sudamericano que festeja la victoria en la pantalla.
“Dani se iba a ver los partidos del Mundial rodeado de alemanes con la bandera de Uruguay. A los 14, 15 años me pidió que lo hiciera uruguayo porque si un día podía representar a alguna de sus tres nacionalidades quería representar a Uruguay. Es un uruguayo de corazón, tiene el corazón para Uruguay”, afirma Rafael, su padre, en diálogo con ESPN en noviembre de 2022.
Rafael trabajaba como modelo publicitario y viajó por diferentes países del mundo, encontrando buenas oportunidades fuera del Uruguay. En Estados Unidos se enamoró de Heike, alemana, y el 19 de abril del 2003 nació Daniel en Miami.
Con tres años comenzó jugando de volante central o defensa en Miami Shores, fútbol infantil principalmente con fines recreativos. ‘El Tanque Alemán’, así lo bautizó el amigo argentino Pablo Buttice, hijo del legendario arquero Carlos (alias Batman) y padre de Santino, golero de aquel equipo de niños de Miami Shores.
Daniel fue designado como arquero suplente por si Santino llegase a faltar, y entonces entrenando desarrolló un interés para ocupar esa posición. Con doce años pasó a Cyclone; luego fue el turno de atajar en la Academia de Weston y al mismo tiempo entrenar con el equipo nacional de la US Soccer Development Academy, donde comenzó a ser visto por managers y entrenadores internacionales conectándolo con clubes más importantes, como el Liverpool inglés, que lo invitó a participar de una semana de entrenamiento a fines de julio del 2017.
Uno de los saltos más importantes fue pasar a New York Red Bulls en agosto del 2018, donde comenzó a jugar con la sub-17, siendo invitado dos meses más tarde a trabajar con el NYRB ll, de la segunda división de la MLS, con apenas 15 años. En esta sucesión de viajes y pruebas fue invitado a entrenar también con el Bayern Múnich, donde convenció a Dominik Beckenbauer, nieto de Franz, que pidió que el joven golero regresara al año siguiente.
Daniel volvió a practicar en el Bayern al estar nuevamente en Alemania, ya que a su madre le solicitaron desde su trabajo que se quedara en el país germano. Sin embargo, el elenco bávaro ya tenía cubierto el puesto, por lo que el golero actualmente representado por Daniel Herrera fichó primero con el humilde Unterhaching, para luego firmar con el Türkgükü München.
Con tantos viajes y kilómetros por el hemisferio norte, y algunas esporádicas visitas a Uruguay, se podría pensar que la historia de Daniel va en consonancia con que todos ‘somos de ningún lado del todo y, de todos lados un poco’, como señala la canción Movimiento de Jorge Drexler, pero para este joven golero aquella emoción por ese partido televisado en una pizzería de Múnich no era un camelo, sino un sentimiento real por aquel país con el nombre de un río.
El campamento celeste en España en 2022
En el 2022 llegó la gran oportunidad de tener su primer contacto con la Selección Uruguaya, curiosamente ni en Alemania, ni en Estados Unidos, ni en Sudamérica, sino en Segovia (España).
Al representante Daniel Herrera, quien había informado a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) que Peluffo-Wiese tenía nacionalidad uruguaya y sentimiento oriental, se le indicó que a fines de julio se iba a realizar un Campamento para que el cuerpo técnico de la Sub-20 observara a jugadores que podrían defender a la Celeste, aunque no contasen con antecedentes en el fútbol uruguayo.
Así, este golero de 19 años participó del Camp Celeste junto a otros once futbolistas, e incluso fue invitado a participar del Torneo de L’Alcúdia, pero no pudo contar con la debida autorización del Türkgükü München.
Ante esa situación el jugador conversó con las autoridades del equipo alemán y les dejó claro que su prioridad estaba en el combinado juvenil, por lo que incluso estaba dispuesto a no cobrar su salario con tal de ser autorizado a viajar para entrenar o jugar con Uruguay.
Y entonces sí pudo cruzar el océano Atlántico en setiembre para disputar el cuadrangular que se llevó a cabo en el departamento uruguayo de Maldonado, debutando el martes seis ante Uzbekistán (triunfo por 3 a 1) en el estadio Domingo Burgueño Miguel. Y en octubre participó de los Juegos Odesur de Asunción, jugando en los empates 1-1 ante Paraguay y Perú.
“La máxima emoción fue salir a la cancha con todo el equipo en Maldonado. Recuerdo que tenía a mi compañero Fabricio (Díaz) enfrente a mí, miré al otro equipo y al árbitro, y uff, ahí sí, estaba nervioso y todo, pero luego de cinco minutos no tuve más problemas; me sentí muy feliz”, dijo el golero que notó las diferencias el entrenar en el combinado juvenil bajo las órdenes de Ignacio Bordad.
Por ejemplo, a la hora de atrapar un balón que viene al ras del piso, en Alemania le indicaban que debe bajar sus manos para hacerse de la pelota, pero con las piernas abiertas para estar listo para hacer otro tipo de movimiento ante algún imprevisto de la trayectoria del balón o del desarrollo de la jugada. Sin embargo, en Uruguay la directriz es bajar flexionando una pierna para cubrir la pelota si llega a superar las manos. “En Alemania es como algo apuntado a ser más rápido, en Uruguay más seguro”, resumió.
Peluffo-Wiese no llegó a ser parte del plantel de la Selección Sub 20 que obtuvo la medalla de plata en el Sudamericano juvenil que se disputó en Colombia en enero y febrero de 2023; tampoco fue convocado para el Mundial de Argentina donde los juveniles de la Celeste ganaron la Copa del Mundo.
Albion anunció el 31 de enero que este arquero se incorporó a su equipo de cara al campoenato 2024 de la Segunda división profesional.