La Selección Argentina tiene muchas historias en el mítico Maracaná, donde este martes se medirá por las Eliminatorias Sudamericanas ante Brasil. Allí, irá en busca de un logró histórico: romper el invicto de su clásico rival en su país.
Grandes historias de la Selección en el Maracaná
La Albiceleste debutó en el estadio Jornalista Mario Filho ante el seleccionado brasileño en 1957, por la Copa Roca, certamen tradicional de esos tiempos que enfrentaba a los dos conjuntos más importantes de Sudamérica. El torneo cambiaba todos los años de anfitrión, y en esa ocasión Brasil recibió a la Argentina para disputar dos partidos (el segundo se jugó en San Pablo).
El conjunto dirigido por Guillermo Stábile se impuso 2-1, pero más allá del resultado, el match quedó en la historia porque en esa jornada debutó uno de los más grandes futbolistas de todos los tiempos: Pelé. Sí, Edson Arantes Do Nascimento ingresó a los 45 minutos de juego en lugar de Del Vecchio. O Rei ya venía demostrando su talento en el Santos, y a los 16 años arrancó una larga y exitosa trayectoria con la verdeamarela: esa tarde anotó el empate transitorio para los locales (le marcó el tanto al gran Amadeo Carrizo), pero la alegría no fue completa para él porque la Argentina, que venía de ser campeón sudamericano, ganó el partido con goles de Labruna y Juárez.
Si bien el debut ante la selección brasileña data de esa fecha, la Argentina ya había pisado el césped del Maracaná un año antes. Pero en esa ocasión fue en un amistoso jugado ante la Selección del Estado de Guanabara, región que más tarde pasaría a formar parte de Río de Janeiro. También ganó 2-1, con goles de Sanfilippo y Garabal. La victoria, de todos modos, se vivió como si enfrente hubiera estado el Brasil titular con todas sus figuras, ya que incluso el combinado local vistió la casaca amarilla de la Selección.
Otro de los recuerdos más importantes dentro del historial fue la victoria de 1998 con gol del Piojo López, que quebró una racha negativa de 41 años sin victorias en ese estadio. El equipo era dirigido por Daniel Passarella y si bien el choque era amistoso, servía como preparación a pocos meses del Mundial de Francia. La hazaña del Piojo, o el “Piojazo”, como muchos lo llaman, se dio a los 39 del segundo tiempo de ese 29 de abril y se metió en la historia. El estadio no había sufrido aún la última remodelación, y por eso albergaba a casi 100.000 hinchas.
Hinchas que según el protagonista de esa inolvidable victoria, quedaron en silencio tras el remate del argentino. “Hubo un momento de silencio, nos escuchamos entre nosotros. En el final escuchamos que un sector aplaudía y realmente era que nos aplaudían a nosotros. Eso te queda en la retina, en el pensamiento. Por más que haya sido un amistoso, un clásico así siempre es como si fuera por los puntos”, dijo el delantero cordobés.
Más cerca en el tiempo, la final de la Copa América de 2021 no tuvo como protagonista a un cordobés pero sí a un rosarino. Angelito Di María quedó en la historia con ese gol por encima de Ederson a los 22 del primer tiempo que le dio a la Albiceleste el primer título tras 28 años sin coronarse. Pero lo más llamativo fue que Fideo le vaticinó a su esposa, horas antes del encuentro, lo que iba a ocurrir durante el partido. “¿Vos te imaginás ir empatando y que entres y hagas el gol de la victoria, y encima picadito como en la final contra Nigeria? Y si soy titular también puede pasar amor. Todo puede pasar, solo Dios sabe”, le dijo el delantero a su mujer vía chat, en la previa del partido.
El rosarino hacía mención al gol de la final contra Nigeria por los Juegos Olímpicos de 2008, donde con gran categoría la “picó” ante la salida del arquero para festejar el único tanto de aquel choque y la medalla de oro. “Como dijimos mi vida. Dios sabía todo y estaba todo escrito. Lo tenía preparado así. No tengo palabras para describir esta felicidad”, agregó después en sus redes sociales.
Ese mismo choque de la Copa América 2021, esa final, dejó una postal que seguramente pocas veces pueda repetirse entre astros del fútbol mundial. Una vez terminado el partido que ganó la Argentina y tras los festejos por la Copa obtenida, Messi y Neymar se sentaron a charlar juntos en las escalinatas de los vestuarios como grandes amigos. La Pulga acababa de ser campeón; Ney, de perder la final como local. La grandeza de ambos no impidió que se relajaran y hablaran como grandes amigos, junto con Leandro Paredes, el otro protagonista de ese inolvidable encuentro. Justamente Paredes reveló detalles de lo que se dijeron: “Sólo hablamos de cosas de la vida, de cómo estábamos, de lo que hicimos en los días en los que estuvimos concentrados, de que íbamos a hacer en las vacaciones… Eso muestra lo que son como personas”.