Jordania ya hizo historia al clasificarse por primera vez a un Mundial, pero no viaja solo para participar. En el centro de esa ilusión aparece un nombre propio: Mousa Al-Tamari, el futbolista que concentra expectativas, miradas y comparaciones inevitables.
Extremo desequilibrante, líder natural y dueño del talento ofensivo de su selección, Al-Tamari es señalado por la prensa internacional como el gran atractivo del equipo asiático. Su apodo, tan pesado como tentador, lo acompaña desde hace años: el “Messi jordano”. Y en 2026 tendrá la chance de medirse nada menos que contra Argentina.
Mousa Al-Tamari, el jugador que cargó a Jordania sobre sus hombros
Al-Tamari no es solo el mejor futbolista de Jordania: es su emblema. Capitán y referente, fue determinante en el proceso que llevó a su selección a lograr la primera clasificación mundialista de su historia, convirtiéndose en una figura nacional.
Su influencia va más allá de los goles y asistencias. Es el jugador que pide la pelota en los momentos difíciles, el que acelera cuando el partido lo exige y el que contagia carácter a un equipo que sabe que deberá competir contra potencias. En Jordania, su nombre ya está ligado a un antes y un después en la historia del fútbol del país.
Por qué lo llaman el “Messi jordano”
El apodo nació en Europa, durante su etapa en Chipre, y se consolidó con el paso de los años. No se trata de una comparación estadística ni de una exageración marketinera: responde a su estilo de juego. Al-Tamari es bajo, veloz, encarador, con un control corto que le permite salir hacia ambos perfiles y romper defensas en espacios reducidos.
Él mismo ha intentado tomar distancia de esa etiqueta, consciente del peso que implica. Sin embargo, la referencia persiste porque resume lo que representa para su selección: el futbolista distinto, el que puede inventar algo cuando el partido parece cerrado. En un Mundial, ese tipo de jugadores siempre generan atención.
Europa como escenario y madurez competitiva para Al-Tamari
Al-Tamari llega al Mundial 2026 en plena madurez futbolística. Tras su paso por Bélgica y un buen rendimiento en la Ligue 1, hoy compite en el fútbol francés, una de las ligas más exigentes del continente, donde se consolidó como un atacante capaz de marcar diferencias desde la banda.
Ese recorrido europeo le dio roce, lectura táctica y confianza. Ya no es solo un talento prometedor: es un jugador formado, acostumbrado a enfrentarse con defensores de primer nivel y a sostener regularidad en contextos competitivos. Para Jordania, esa experiencia es oro puro.
Mousa Al-Tamari y el desafío de enfrentar a Argentina
El cruce contra Argentina será uno de los partidos más esperados para Jordania y, especialmente, para Al-Tamari. Del otro lado estará el campeón del mundo, con Lionel Messi como referencia histórica y simbólica, en un duelo cargado de contrastes y expectativas.
Para el extremo jordano, el partido representa una vidriera única y un desafío personal. No desde la comparación, sino desde el protagonismo: será el encargado de intentar incomodar a una defensa acostumbrada a dominar. En un Mundial, a veces alcanza con una jugada para quedar en la historia. Jordania deposita esa esperanza en Mousa Al-Tamari.