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Luis Suárez reprueba primer examen en el Mundial

Luis Suárez no pudo tener un estreno más frustrante en el Mundial de Rusia, donde se quedó sin marcar en el partido que enfrentó a Uruguay frente a Egipto y, lo más preocupante, se mostró muy desacertado tanto en su juego como fallón en la definición.

Venció Uruguay en el minuto 89 en una jugada a lo Atlético de Madrid, una falta lateral lanzada por Carlos Sánchez y rematada de cabeza con poderío por Giménez que provocó la euforia… Y respiro entre los futbolistas de Óscar Tabárez, quienes celebraron el gol con una efusividad desatada, conscientes de la vital importancia de ese triunfo.

Entre ello, sin embargo, Suárez fue una sombra, muy perdido al lado del exuberante Cavani e incapaz de mostrar su trascendencia en un equipo que sufrió muchísimo para imponer en el marcador una superioridad que, tras lo visto en el terreno de juego, pudo y debió considerarse justa.

Una asistencia de cabeza a Cavani a los 83 minutos, cuyo obús salvó milagrosamente El Shenawi, pudo considerarse la mejor aportación del delantero azulgrana, quien antes desperdició dos excelentes ocasiones, una en cada parte, penalizando las posibilidades del combinado charrúa, aliviado de entrada por la ausencia de Salah en la alineación egipcia y agobiado al final ante su propia impotencia de imponer su teórica superioridad.

Dominó Uruguay, sí, y se vio una recta final de partido en que el cuadro de Héctor Cúper, intentando salir a la contra con peligro, alejaba de cualquier manera el peligro de su portería, acosado por la prestancia de un Cavani soberbio, que ocultó de hecho la actuación de Suárez.

Antes de que Cavani estrellase un libre directo en el palo y de que el cabezazo de Giménez llevase al marcador la victoria definitiva, el delantero del Barcelona llegó a perder hasta cinco balones ante los defensas, a los que tampoco fue capaz de superar por velocidad y viéndose obligado a combinar en ataque a la vista de su mala puntería.

Una asistencia magnífica del propio Cavani le plantó con el balón solo frente al portero egipcio, mediada la segunda mitad, pero su decisión de querer driblarle en vez de rematar de primeras sentenció, cuando El Shenawi le arrebató por bajo el balón, su triste actuación.

No. No fue la mejor tarde de Luis Suárez.