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Los Mundiales nunca terminan: 30 años después, el de Italia 90 sigue en Colombia

La Selección Colombia que jugó el histórico Italia 90. Getty Images

Es una fecha redonda. 30 años. Y una ley no escrita del periodismo permite viajar en el tiempo y activar los recuerdos para contar sobre ese Mundial en el que los nacidos a finales de los setentas vimos por primera vez, o mejor, disfrutamos de la Selección Colombia.

El fútbol de la vieja escuela que nos acercó a esa experiencia inédita de apoyar los colores propios y aprender para enseñar después, como se grita un gol hecho en Colombia. La aventura comenzó con la clasificación en el repechaje de 1989 ante Israel. El gol de Albeiro Usuriaga en Barranquilla permitió que el empate 0-0 en Tel Aviv nos metiera en la Copa de Mundo de Italia 90.

Ese regreso después de 28 años nos instaló en un modo futbolero como pocos. A descubrir cómo se participa de esa fiesta que antes le pertenecía a Argentina o Brasil que sin saberlo tenían hinchas en nosotros. Italia 90 es el Mundial de la camiseta roja. Provocadora desde el color, se hizo inmortal después de ese gol de Freddy Rincón a Alemania.

A ese Mundial lo potenció la banda sonora de Edoardo Bennato y Gianna Nannini que en la ley de un futbolero es la mejor de todos los tiempos. "Un' estate Italiana" nos transporta a ese estreno entre los grandes. A los primeros años de Roberto Baggio, a la madurez de Diego Maradona, al atrevimiento de Camerún, al poderío de los alemanes y a esa convicción de pelota siempre al piso y toque para sobrellevar las dificultades que siempre respetó Francisco Maturana.

El tiempo reveló los pecados de fútbol de Italia 90. Juego sin brillo y pocos goles. De ahí la regla de los tres puntos por cada victoria o descartar el fuera de lugar si el atacante parte en línea. Sin embargo, no apagó esas sensaciones de pertenecer, de disfrutar, de compartir, recordar y de paso comprender la dimensión de una de las mejores generaciones de futbolistas colombianos.

Ese primer Mundial con la Selección para nuestra generación, vive entre nosotros.