Con el final de la Segunda Guerra Mundial, el fútbol despertó a sus Copas del Mundo y le entregó la sede de 1950 a Brasil, que un año antes recibió la Copa América en Río de Janeiro, Belo Horizonte, Santos y Sao Paulo, por entonces denominada Campeonato Sudamericano de Selecciones.
Ese torneo dejó al descubierto la improvisación que había en Colombia con la representación de sus equipos nacionales. Una división entre directivos que generó una participación para el olvido.
EL DORADO, LA IMPROVISACIÓN Y EL ÚLTIMO LUGAR
El fútbol profesional colombiano empezó en 1948 con el respaldo de la Dimayor. Para el siguiente año promovió la liga con los fichajes de cracks argentinos como Alfredo Di Stéfano, Néstor Raúl Rossi y Adolfo Pedernera. Una legión que atrajo a más estrellas de otros países que dio origen a la era de “El Dorado”, extendida hasta 1953. La Selección estaba al mando de la Asociación Colombiana de Fútbol (Adefútbol) y en 1949 le pidió a la Dimayor enviar al Junior de Barranquilla para representar al país en esa Copa América en Brasil. Además exigió una suma de dinero, que la segunda entidad no entregó. Ese rechazo le costó la desafiliación.
En ese clima de división, el equipo rojiblanco (subcampeón de la primera liga) asumió el compromiso dirigido por Roberto Meléndez. Los resultados dimensionaron esa improvisación. Colombia disputó ese campeonato durante un mes (entre abril y mayo) con resultados muy pobres.
Jugó siete partidos. Empató dos y perdió cinco con palizas de sus rivales: 3-0 con Paraguay, 4-0 con Perú, 5-0 con Brasil, 4-1 con Ecuador, 4-0 con Bolivia. Los únicos puntos los consiguió contra Chile (1-1) y Uruguay (2-2). Terminó en el último puesto.
Luis Arturo Henao, panelista de ESPN Radio Colombia recuerda la base de la formación de ese equipo que tuvo como portero al legendario Efraín “El Caimán Sánchez”: “Sánchez; Mejía, Marriaga, Gastelbondo, Guerra; Muñoz, García, González Rubio, De León; Berdugo y Pérez. Los cuatro goles del torneo los marcaron Berdugo, Gastelbondo, Pérez y González”.
Solo hasta 1957, Colombia volvió a tener Selección. Henao explica que "el fin de El Dorado dejó en crisis económica al fútbol colombiano. La gente no volvió a los estadios, no había ambiente, no había Selección y se marginó del Mundial 50 y del 54. Hubo equipos nacionales con jugadores aficionados en Bolivarianos en Venezuela y Centroamericanos en Guatemala. Además, la Dimayor estaba fuera de la FIFA porque consideró que trajo jugadores para su liga por fuera de las normas”
Colombia regresó para la Copa de ese año. Terminó cuarta entre los siete equipos que participaron en Lima.