Estados Unidos ha ganado las dos últimas ediciones de la Nations League, en una derrotó a México en la final y en la otra lo dejó en el camino.
Jaime Lozano, entrenador de la Selección Mexicana, reconoce a EU. El Jimmy describe al equipo que dirige Gregg Berhalter como “el dueño” de la Nations League, después de ganarla dos veces, y asegura que es un torneo pendiente de ganar para el representativo mexicano.
“Históricamente México era uno de los candidatos a ganar cualquier torneo de la zona. Crecimiento de algunas selecciones, como Estados Unidos que se ha vuelto dueño de este torneo, tenemos la ilusión de levantar este torneo que tenemos pendiente”, comentó Jaime Lozano, entrenador de la Selección Mexicana.
Estados Unidos ha ganado las dos últimas ediciones de la Nations League Concacaf, en una derrotando a México en la final y en la otra dejando al equipo mexicano en la etapa de semifinales. Lozano, a pesar de los antecedentes, explica que no es una obligación ganar el certamen que se disputará en Dallas, Texas.
“Nosotros queremos salir cada torneo con lo mejor posible, hay cuatro selecciones muy fuertes, las dos que han crecido y EU que hace tiempo ha sido antagonista, nosotros hemos perdido los dos últimos encuentros con ellos. No sé si sea obligación, pero nuestro objetivo es el título, primero ganarle a Panamá”, agregó Jimmy.
• Panamá no olvida la final de Copa Oro y busca revancha
Panamá se ha posicionado como uno de los cuatro mejores equipos de la Concacaf en los últimos años. Ahora, por segunda vez consecutiva, se encuentra en las semifinales de la Nations League y se prepara para una revancha con México, que les arrebató el título de la Copa Oro el año pasado.
“Tenemos en la memoria la final perdida de Copa Oro, no le he ganado a México y es importante el partido, lo bueno es que venimos con un aprendizaje, vamos a jugar fuera de casa, en este estadio lleno de mexicanos, también lo tuvimos en Los Ángeles, con 80 mil, van a estar en una prueba de fuego, será un buen juego”, explicó el entrenador de Panamá, Thomas Christiansen.