Cerca del final del partido en Toluca, mexicanos y hondureños protagonizaron una gresca
El partido entre México y Honduras incluyó una bronca en los minutos finales. Los jugadores del equipo centroamericano intercambiaron empujones y algunos golpes con los dirigidos por Javier Aguirre, instantes después de que el equipo local tomara la ventaja por 3-0.
En los festejos por el tercer gol de de los locales al minuto 85, Javier Aguirre les pidió calma a sus futbolistas, algo que no ocurrió en el equipo contrario. En un despeje de meta, los jugadores de Honduras comenzaron a encarar a los mexicanos, hasta que Rubilio Castillo agredió directamente a Luis Ángel Malagón.
La agresión provocó la respuesta de los jugadores de México, que corrieron a defender a su portero, lo que generó una gresca entre ambos equipos.
En ese amontonamiento entre jugadores contrarios, Malagón primero padeció un intento de 'ahorcamiento' por parte de Edwin Rodríguez y posteriormente, Denil Maldonado lo mandó al césped, por la molestia de que el portero del América no soltaba la pelota y estaba azuzando al público mexicano a que metiera presión sobre el rival.
Aunque continuaron los empujones entre los contrincantes y se escuchó a la gente gritar "¡Put... Put..!", después las aguas se tranquilizarían por el momento, pues las discusiones en las bancas continuó hasta el silbatazo final.
A la postre, México goleó 4-0 a Honduras y consiguió un boleto para disputar las semifinales de la Liga de Naciones de la Concacaf, que se celebrarán en marzo en Estados Unidos.