Leonardo Ramos, exentrenador de Peñarol, habló en el programa Punto Penal (Canal 10) sobre su salida del club, el apoyo de la directiva y el rendimiento de varios jugadores.
Ramos reconoció que tenía contrato con el aurinegro hasta diciembre de 2023, y que esperaba permanecer en el puesto una vez finalizada la última temporada, ya que el presidente Ignacio Ruglio le dijo que lo contrataba hasta el final de su mandato cuando comenzó su etapa. Consultado sobre si, de no haberse dado esas condiciones, hubiera accedido igualmente a tomar el puesto cuando lo tomó, respondió: “Era difícil porque era un plantel que no habíamos armado, y eso fue lo que me llamó más la atención cuando nos dieron la salida. Veníamos trabajando hacía 20 días o un mes con jugadores que veíamos para el futuro. Tuvimos ese golpazo con La Luz, y a los dos o tres días se empezó a rumorear la salida, y cuando se empieza a rumorear algo en Peñarol, uno que tiene experiencia lo sabe, es porque estás afuera”, dijo el DT.
El entrenador contó que veía que el plantel “estaba un poco cansado de la situación” ante los resultados adversos. “Cuando estás en un equipo como Peñarol y no ganás seguido, y recibís cachetada tras cachetada, se hace difícil salir a la calle, estar en tu casa, ir al entrenamiento. Un poco estaban esperando a que finalizara el torneo, los veía cansados”, dijo.
Respecto a la derrota por penales contra La Luz, que dejó al equipo eliminado de la Copa AUF Uruguay, Ramos dijo que no pensaba que se había terminado su ciclo allí “porque eso es cuestión de un partido”, pero sí reconoció que fue un punto duro: "Cuando terminó el partido, mi di vuelta para hablar con mi ayudante y le dije: esto es una catástrofe”, confesó.
Ramos también habló sobre la situación del capitán de Peñarol, Walter Gargano, que luego de jugar en la derrota clásica contra Nacional en el Torneo Clausura, tuvo pocos minutos el resto del certamen. Negó rotundamente que eso se debiera a que intercambió la camiseta con Luis Suárez, y que “eso se instaló más en la opinión pública que en el equipo”. Ramos dijo que le comentó a Gargano que “no era el ‘Mota’ que había conocido”, que seguía siendo un enorme futbolista, pero que no lo veía al ritmo que necesitaba el aurinegro en ese momento, y que por eso jugó poco de ahí en más. Añadió que esto seguramente se debía a molestias físicas que sufrió el mediocampista, y que “no lo dejaban desplegar su juego al 100%”. “Cuando se recupere, seguramente va a volver a ser el jugador que es”, dijo el DT.
Al hablar de qué conclusión había sacado del pobre rendimiento del equipo en esa derrota ante Nacional, dijo que lo que buscó con su planteo fue tener a dos jugadores muy encima de los dos volantes centrales del tricolor, pero que en la práctica esa presión se hacía muy tarde y el Bolso podía hacer sus salidas con facilidad. “En el segundo tiempo hicimos un par de cambios e hicimos el gol. No sé si lo íbamos a empatar, creo que teníamos grandes chances de empatarlo. Tuvimos un par de situaciones de gol, y enseguida se armó el lío con las hinchadas y se terminó cortando el partido. Pienso que si el partido hubiese seguido, capaz que perdíamos, pero el equipo iba a demostrar otro tipo de cosas”, comentó.
Respecto al golazo de Luis Suárez en ese día, dijo que le había pedido a los zagueros que no lo dejaran libre, porque sabían que era el jugador que podía convertirles. “No tocó muchas pelotas en ese partido, fue mucho hacia los costados a recibir, pero cerca del área, casi ninguna. La única que tuvo medianamente potable para un jugador como él, terminó haciendo lo que sabe hacer”, señaló el entrenador.
CASOS PUNTUALES
Ramos se refirió a lo que pasó con algunos jugadores de Peñarol durante su etapa como entrenador. Acerca de Juan Manuel Ramos, y por qué en algún momento no jugó más, dijo que fue por una decisión técnica, y que entendió que “no era el jugador ideal que se necesitaba para ese momento”, y así se lo manifestó al lateral.
Sobre el particular caso de Billy Arce, dijo que “el que se vio acá, no fue el que se vio en Ecuador”, al reconocer que fue consultado por la dirigencia por su opinión del extremo, cuando todavía no era el DT de Peñarol. Añadió que el ecuatoriano “no se adaptó mucho al grupo, ni al fútbol que jugábamos en Uruguay y le costaba muchísimo”.
También respondió sobre Brian Lozano, de quien dijo que “no estaba bien anímicamente”, a pesar de que “es un jugador de puta madre, como dicen en España, es la realidad”. Para Ramos, “pesó sobre él toda la responsabilidad de tratar de levantar al equipo, y un jugador solo no puede levantar a un equipo”. También dijo que no lo acompañaron los resultados, y que se dio una combinación de cosas que hicieron que no pudiera rendir como puede hacerlo. Consultado sobre el episodio donde Lozano le dijo a Ramos que no estaba para jugar, y que si tenía que sacarlo del equipo, lo hiciera, el DT indicó que le respondió que iba a tratar de mejorarlo lo más que pudiera para que él pudiera rendir.
El exentrenador del Carbonero se refirió al caso de Kevin Dawson, que ahora concretó su salida del equipo para jugar en Deportivo Cali, y repasó que el arquero fue gran artífice de títulos anteriores del club, “pero Peñarol tiene eso: cuando perdés sos el villano de la película, y él no la estaba pasando bien”. En el arco, Ramos destacó a Thiago Cardozo como el jugador que más se destacó en su etapa dirigiendo al club: “Fue una revelación hermosa, para mí va a ser el titular, se lo merece, y creo que puede ser hasta el capitán del equipo en cuanto a la incidencia que tiene”.
Sobre Ignacio Laquintana, dijo que “tiene un potencial enorme, pero tiene que mejorar en la última decisión, porque lo anterior lo hace muy bien, es rapidísimo”.
Hablando sobre los responsables de la institución, Ramos dijo que “paradójicamente”, debido a los momentos vividos, tuvo más relación con Juan Pedro Damiani como presidente en la etapa anterior en que dirigió al club, que ahora con Ignacio Ruglio, con quien confesó tener una amistad.
También dijo que Ruglio “abrió demasiados frentes para él, se hizo cargo de demasiadas cosas y eso agobia”. Además, repasó que cuando llegó al club, el presidente le había dicho que en Peñarol “no se tomaba la decisión de echar al entrenador a los dos o tres meses y que trabajara tranquilo, y creo que se cortó por lo más fino”.
El entrenador también destacó que hay una camada de jóvenes en el club, que tiene talento y podrá rendir “si se acomodan a otro plantel más ganador”, donde destacó a nombres como Agustín Álvarez Wallace, Rodrigo Saravia, Brian Mansilla o Nicolás Rossi, entre otros.
PARA 2023
Ramos también mencionó algunos nombres que tenían en la lista como posibles incorporaciones para 2023, si seguía en el cargo. Nombró a Carlos Sánchez, Mauro Goicochea, Lucas Hernández, o los argentinos Pablo Vegetti, Ramón Ábila, o Christian Lema.
Consultado sobre cómo veía al nuevo DT, Alfredo Arias, para el desafío de dirigir al equipo en la próxima temporada, respondió: "Hace mucho que no lo veo. Creo que es de otro paladar distinto al de Peñarol, no sé cómo le va a ir".