Maximiliano Añasco, Nicolás Prieto y Adriano Freitas, futbolistas de Rampla Juniors, conversaron con ESPN luego de obtener este sábado el ascenso a la Primera división del fútbol uruguayo.
El pasado martes había sido triunfo del Picapiedra en el Olímpico por 2 a 1, y la revancha con Juventud terminó 0 a 0 en Las Piedras, por lo que el último pasaje a Primera se lo quedó Rampla Juniors, club que estuvo en la B en las últimas cuatro temporadas.
“Siento mucho orgullo de mis compañeros, dimos todo hasta el final. Mi familia vino de Salto, se bancaron el viaje de seis horas y media en auto y este ascenso es para ellos. No estoy mucho con mi familia, están lejos, y esto me llena el corazón. Estoy feliz de la vida”, señaló visiblemente emocionado Maxi Añasco, una de las grandes figuras del equipo dirigido por Nicolás Vigneri.
Añasco, hábil y encarador puntero de 22 años que tiene contrato con Danubio hasta mitad de año, dijo que el ataque por banda y el ser intensos también en la presión fueron algunas de las claves para quedarse con el ascenso.
E indicó cuando se le consultó cuál fue el momento de la temporada que más recuerda: “Me acuerdo de la última fecha donde jugamos ante Cerrito y no dependíamos de nosotros para entrar a los playoffs, y que Oriental en la hora erró un penal y gracias a eso pudimos entrar a los playoffs”.
Por su parte, el volante Nicolás Prieto destacó: “En los últimos minutos se hizo un partido muy trabado, complicado, pero pusimos lo que teníamos que poner para llevarnos la victoria”.
“A nivel grupal nos hicimos muy fuertes, pero fue un año muy duro, complicado. Lo único que me sale es estar orgulloso del plantel, del cuerpo técnico, agradecerle a los funcionarios que estuvieron siempre y acá están los resultados”, subrayó el Corto Prieto, ex jugador de Nacional, Boston River, Danubio y Rentistas, entre otros equipos.
Por último, el golero Freitas dijo sentir ‘una alegría enorme por todo el esfuerzo, los que estamos acá todos los días sabemos cómo es y todo lo que cada uno de los jugadores dejó para este momento’.
“La temporada pasada teníamos el tema del descenso también y terminamos peleando arriba, y esta temporada fue larga porque estamos en enero y recién estamos terminando, y se sufrió un montón. Entramos por la ventana, pero sabíamos del potencial del grupo”, valoró el exgolero de Peñarol, Cerro, Atenas y Cerrito.
Y aseguró sobre lo que significa este ascenso para la hinchada del Picapiedra: “La gente lo deseaba más que nadie, se sentían los nervios de todo el mundo, se sentía esa ansiedad y esa necesidad de ascender. Gracias a Dios se dio y ahora estamos todos viviendo este momento maravilloso para la historia del club, para la carrera de cada uno de estos jugadores porque creo yo que cada jugador crece, sale más grande, y ascender en cualquier equipo no es lo mismo que ascender en un equipo como Rampla”.
Por último, el arqueo de 26 años señaló sobre la familia: “Son los que te hacen el aguante en el día a día, son gran parte de todo esto. Cuando entramos a la cancha al final hacemos las cosas por ellos, por nuestra familia, que son quienes nos hacen el aguante, en los días buenos y en los no tanto siempre está la sonrisa de tu hijo, de tu señora; el sostén de tu familia entera es lo que te hace salir adelante”.