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Nicolás 'Maravilla' Fernández: la importancia de la gambeta en el mediocampo y del apoyo de sus padres desde Paysandú

El futbolista uruguayo Nicolás ‘Maravilla’ Fernández repasó en ESPN su camino a Primera división, recordó cuando siendo adolescente decidió volverse a Paysandú por lo mucho que extrañaba a sus padres y destacó la importancia de gambetear en el mediocampo para así evitar ‘un juego lento y sin sorpresa’.

Semanas después de haber cumplido 18 años (nació el seis de febrero de 2003), el entrenador Alejandro Cappuccio lo mandó a la cancha para jugar los minutos finales de la derrorta de Rentistas ante Plaza Colonia el primero de marzo de 2021 por el Torneo Clausura del Campeonato Uruguayo 2020. Pero claro que el camino al fútbol profesional fue más largo que los 180 kilómetros que hay entre Montevideo y el Parque Prandi, y aún más extenso que los 375 entre Paysandú y la capital uruguaya.

En Paysandú yo jugaba en Juventud Unida. Ahí jugaba mi padre y también me quedaba cerca de casa. Además, soy muy hincha de Juventud. A los 16 años me vine directo a Rentistas, y ahí estuve un año en formativas hasta que Cappuccio me subió a Primera”, comenzó relatando Nico, quien como tantos sufrió el desarraigo en plena adolescencia para seguir su sueño de ser futbolista profesional y, como no muchos, pudo alcanzar esa meta.

Tan difícil fue la distancia que un día Nico se cansó: “Con mis padres nos llamábamos todos los días, y ellos mandaban la encomienda para mantenerme en la casita con los otros jugadores, pero se hacía muy difícil. Los primeros cuatro o cinco meses es todo nuevo, pero después ya empezó a costar, extrañaba y me tuve que volver”.

Su vuelta fue repentina y sin aviso: “Un día vino mi madre a Montevideo y se volvió a Paysandú, y ese fin de semana le dije ‘No, yo me voy con vos’. Eso fue un día antes de un partido, y cuando le avisé al técnico yo ya estaba en Paysandú. Él me dijo que tenía que venir, que jugábamos a las nueve de la mañana. Me tuve que volver a Montevideo, pero después del partido le dije que si no traían a mi familia, me iba. Y a los dos o tres meses trajeron a mi familia y me quedé”.

“Era muy pegado a mis padres y me costó muchísimo”, aceptó Fernández, quien participó del proceso de la Selección Uruguaya Sub 20 (2021 y 2022). En agosto de 2024, fue convocado por el Ruso Diego Pérez para representar a la Selección local en el amistoso ante Guatemala.

Aquella exigencia siendo un gurí al club Rentistas también implicó un gran sacrificio de sus padres: “Mover a toda la familia es bravísimo. Además, mis padres estaban trabajando en Paysandú y había que empezar todo de cero, pero me dijeron ‘Es tu sueño y vamos a seguir para adelante con vos; sí, nos vamos con vos’. Por suerte se vinieron a Montevideo y fue todo distinto de ahí para adelante”.

“En 2023 se volvieron a Paysandú y nos hablamos todos los días, siempre están ahí. Ahora yo vivo con mi novia”, destacó el jugador de 21 años.

El sanducero jugó con Rentistas en Primera División en 2021 y 2022, y en la B en la temporada 2023; en febrero de este 2024 se incorporó a Progreso, ‘buscando jugar en Primera otra vez’.

Su debut en Libertadores, la gambeta y sus referentes

Nico dijo en ESPN sobre su juego: “Siempre intento encarar hacia adelante. También de asociarme más que nada con los jugadores de mitad de cancha hacia adelante. Y me gusta el uno contra uno para romper alguna línea”.

Luego agregó sobre el gambetear, algo que ha intentado desde niño: “Siempre jugué en el mediocampo e intenté ir para adelante, y ahora que me ha tocado de doble cinco intento romper alguna línea porque eso es lo que también me pide Carlos Canobbio (entrenador de Progreso) y me siento muy cómodo haciéndolo”.

“He jugado más que nada de mediapunta, pero de doble cinco me adapto y me gusta. ¿Qué tan importante es la gambeta? Si podemos romper alguna línea se hace un espacio para otro jugador, y es muy importante porque si no se hace un juego muy lento para los costados y no hay sorpresa”, afirmó en ESPN.

Señalando que obviamente su máximo referente es Lionel Messi, Fernández también indicó que observa mucho los movimientos que hace su compatriota Giorgian De Arrascaeta y recordó que en Rentistas había cierto juego/desafío con el extremo Nahuel Acosta, futbolista con mucha calidad en la gambeta que actualmente juega en Peñarol.

“Nahuel siempre en el mano a mano te mataba, y uno siempre quiere aprender de esas cosas. Te venía y no sabías qué hacer; somos muy compañeros con él y aprendí mucho, y creo que él algo también habrá aprendido, aunque tiene muchas cosas que yo no tengo”, aceptó Fernández.

El 26 de mayo de 2021, pudo sumar sus primeros minutos en la CONMEBOL Libertadores, enfrentando a Racing en el Cilindro de Avellaneda en la última fecha del Grupo E y con Martín Varini como entrenador.

“Jugar por Copa Libertadores es un sueño, no me lo esperaba porque no venía jugando ni por el Campeonato Uruguayo, pero me tocó y es algo que no me voy a olvidar nunca”, valoró Fernández, quien también recordó que en la previa de ese partido el plantel uruguayo vivió una situación dramática cuando su compañero Francisco Duarte tuvo que ser rescatado por los bomberos al incendiarse su hotel. “Estábamos todos con el corazón en la mano porque no sabíamos qué pasaba. Fue bravísimo”.

Y de sus futuras metas comentó: “Uno siempre aspira a jugar en la Selección Uruguaya, pero también en algún momento jugar en el exterior, conocer cosas nuevas, es un sueño que me propuse e intento ir por ese camino para llegar”.

Más que seguir un camino, Nico construye el propio, gambeteando y remarcando mojones particulares: Juventud Unida, las viandas de mamá y papá que llegaban a la terminal Tres Cruces para alimentar un sueño, Rentistas, Progreso, Selección local y todas las líneas que ese pie derecho con la pelota bajo la suela pueda romper.