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A diez años de la polémica: la Jabulani coleccionó críticas de muchos arqueros

La Jabulani llegó con anuncios rimbombantes. La más estable, la más estudiada, la pelota diseñada por la ciencia. Un proyecto de ocho años, la pelota “más redonda de la historia”, la más precisa, la de mejor agarre, la más probada. Indudablemente, la mejor.

La pelota oficial de los partidos de la Copa Mundial de la FIFA 2010 se realizó en colaboración con importantes investigadores deportivos de la Universidad de Loughborough, Reino Unido. Ahí, los científicos del Instituto de Tecnología Deportiva, que llevaban trabajando en este proyecto desde el 2002, afirmaron que esta pelota ofrecía más precisión que ningún otra. Ahí descubrieron que, al fabricarla con menos paneles, lograban una mayor consistencia.

El balón “tiene una textura futurista, con un agarre increíble que ofrece a los jugadores un control pleno de la pelota independientemente del tiempo que haga”, declararon los especialistas. A su vez, hallaron que al añadir más estrías aerodinámicas en la superficie del balón, se mejoraba su estabilidad en el aire. Pero por si todo eso fuera poco, la Jabulani presentaba una superficie rugosa que evitaba que resbale cuando el terreno estaba mojado.

En números, dijeron que era un 30% más estable en el aire que el resto de los balones, fabricado con materiales 100% sintéticos y ensamblados térmicamente con una técnica distinta a la de las pelotas de las últimas décadas.

Las supuestas ventajas se habían confirmado en pruebas comparativas exhaustivas realizadas en el túnel aerodinámico de la Universidad de Loughborough y en el laboratorio futbolístico de Adidas en Scheinfeld, Alemania.

Hasta que llegó a un arquero. Fernando Muslera, el titular que jugaría para Uruguay en ese Mundial, afirmó que era "la peor, muy complicada" y no fue el primero, sino que sus críticas se sumaron a las de sus colegas.

"Se mueve mucho y hay que esperar los movimientos que hace para tomar decisiones", dijo a El Observador. "Es un balón muy difícil de agarrar, el peor con el que jugué. Lo mejor es rechazarlo lo más lejos posible de la portería", añadió.

Además de la ciencia puesta al servicio de la Jabulani, todo tenía una explicación superior. Los 11 colores de la pelota reflejaban los 11 jugadores de cada equipo, los 11 idiomas oficiales de Sudáfrica y las 11 tribus sudafricanas que hacen de ese país una de las naciones de mayor diversidad étnica de África.

Pero no alcanzó. Iker Casillas manifestó que era "un poco triste que una competición tan grande como un Mundial tenga un elemento tan importante como el balón en pésimas condiciones".

"No sólo se quejan los arqueros, también los jugadores de campo. Es normal que se hable ahora mucho de la pelota porque es nueva y llega a un Mundial pero por suerte, esta vez, no nos hemos quejado sólo los arqueros sino también los jugadores de campo", agregó.

Xavi Hernández, Julio César y Luis Fabiano fueron otros de los que no estaba contentos con la herramienta de trabajo que usarían en Sudáfrica.

Más acá en el tiempo, Sebastián Abreu contó una anécdota en los Especiales de ESPN FC y dijo que la Jabulani era “una pelota playera. Diego Forlán pidió que le acercaran una tres meses antes del Mundial y fue el único que la entendió. Yo erré los tres penales en la práctica anterior al partido contra Ghana”.