Facundo Torres debutó en Peñarol el domingo ante Boston River por la quinta fecha del Torneo Apertura 2020 del Campeonato Uruguayo. El joven de 20 años ingresó para el complemento y con un remate de zurda abrió el marcador en el triunfo carbonero por 2 a 0.
Los juveniles siempre se inventan su propio cuento del primer partido en Primera División; los más osados piensan en convertir en ese debut y hasta alguno establece con precisión el minuto, el rival y el torneo. Pocos ven realizados esos pensamientos en el arduo camino al profesionalismo, Torres sí y con algunos detalles casi irrisorios.
Que el técnico que lo haya mandado a la cancha por primera vez sea Diego Forlán, el mismo que hacía festejar a Facundo desde Sudáfrica 2010 puede que no sea algo tan especial. Que el rival sea dirigido por el ya entrenador y aún jugador Sebastián Abreu, también protagonista de ese Mundial que Torres vivió y disfrutó con diez años, ya no es algo tan lógico.
Que quien lo calmara en los instantes previos a ingresar al campo de juego sea un volante húngaro y que el estadio Campeón del Siglo esté vacío porque en algún lugar de China alguien comió una sopa de murciélagos y generó un virus que determinó que el fútbol se jugase a puertas cerradas ya es hasta demasiado delirante para el artista más surrealista.
Pero así fue el debut y el gol de Facundo Torres, quien en el programa Fútbol a lo Peñarol (Radio 1010 AM) comentó: “Fue raro, siempre lo soñé con gente, nunca me imaginé que fuera a debutar o convertir sin gente, pero sé que la gente de Peñarol siempre está apoyando”.
Fue sueño y fue realidad, tanto como las lágrimas de su familia vieron el primer partido de Facundo con la camiseta aurinegra por televisión. “Mi padre me dijo que habían llorado con mi madre y abuela, todos estaban muy contentos, emocionados y orgullosos”.
“Lo he estado esperando hace mucho tiempo, por suerte se dio y salió todo bien” comentó el mediapunta de 20 años, quien confesó tener cierto nerviosismo el domingo a pesar de la gran confianza que le hacían sentir sus compañeros y el cuerpo técnico.
“Diego me pidió que estuviera tranquilo, que jugara como lo venía haciendo en los entrenamientos, que jugara suelto, libre atrás de los volantes rivales” destacó sobre el entrenador Forlán.
Sobre los compañeros valoró en particular las palabras del húngaro Krisztián Vadócz: “Yo estaba medio nervioso cuando estaba en el banco y mirando el partido, cuando entramos a calentar y al momento de entrar ya estaba tranquilo. Antes de salir al segundo tiempo Vadócz me dijo que hiciera lo que estaba haciendo en los entrenamientos, que buscara los espacios que él iba a tratar de buscarme a mí, eso me dejó tranquilo y con muchísima confianza, fue uno de los que más me habló en el entretiempo y cuando estaba por entrar”.
Salió con el equipo para el complemento y se sintió muy cómodo, tanto que a los cinco minutos pateó desde el borde del área grande y de tan buena manera que pudo vencer al arquero Gonzalo Falcón. Así Peñarol pudo destrabar un partido que se le hacía cuesta arriba y que terminó ganando por 2 a 0.
Torres tuvo una buena actuación y se complementó bien con sus compañeros: “Cuando entré me sentí muy cómodo tanto con David (Terans) o Joaquín Piquerez, nos veníamos entendiendo bien en los entrenamientos y le dimos movilidad al equipo, Diego me había pedido que le diera movilidad y profundidad”.
Justamente Terans es uno de los que observa de cerca para mejorar su juego; el futbolista que mira y ‘copia’ a distancia e Lionel Messi. Torres contó que se siente más cómodo jugando por dentro, de enganche, y que jugar con Terans le permite no estacionarse en la banda izquierda: “Tengo a favor que a David tampoco le incomoda jugar por afuera o adentro, entonces se nos hizo más fácil hacer esa rotación entre nosotros dependiendo de cada jugada”.
Hoy disfruta de su sueño cumplido y se propone nuevas metas. “Esperemos que podamos seguir el mismo camino que Facundo Pellistri y Brian Rodríguez”, comentó sobre dos juveniles de Peñarol que ya se afirmaron en Primera División: Pellistri es el número ‘10’ del carbonero y Brian actualmente juega en la MLS y en la selección uruguaya.
En su momento Torres y su familia tomaron una decisión fundamental para este presente. En el 2017 un empresario acercó una propuesta del fútbol italiano; Facundo recordó: “A veces las decisiones son bastante difíciles de tomar, decidí seguir luchándola, me querían llevar al fútbol italiano pero me tenía que ir por la puerta de atrás y eso no me gustaba mucho. Entonces con mi familia decidimos quedarnos, lucharla acá y cumplir el sueño de jugar en Peñarol”.
Sin arrepentirse del camino tomado Torres sigue su recorrido de ataque con su hábil pierna izquierda. En julio de este 2020 le comentaba al canal oficial del club carbonero que su gol soñado sería ante Nacional en el Campeón del Siglo y por Copa Libertadores. Facundo sabe que si toda la vida es sueño será cuestión de cumplirlo cuando la oportunidad lo permita, aunque deja abierta la posibilidad de detalles insospechados, como ante Boston River.