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A 20 años: el grito sagrado de Las Leonas en el Mundial 2002

La capitana Karina Masotta festejando el título de campeonas mundiales. ESPN Hockey

El 8 de diciembre de 2002, en Perth, Las Leonas volvieron a tocar una parte del cielo con las manos. Una parte que les faltaba y venían queriendo hacía mucho. Fueron campeonas mundiales por primera vez en la historia del hockey argentino tras vencer, en una final agónica y muy larga, a Holanda (en ese entonces) por penales.

Este torneo constaba de dos zonas de ocho equipos cada una y solo los primeros dos de cada grupo pasaban directo a semifinales.

El camino de las de celeste y blanco comenzó con Nueva Zelanda y un tímido 1 a 0 con gol de Soledad García. Luego llegó Ucrania y una goleada por 5 a 1 (Aymar, García, Margalot, Rognoni y Doresky) que igual tuvo la bronca de no mantener la valla invicta ante un rival tan inferior. El tercer encuentro fue ante las germanas, y todo volvió a ponerse difícil. Vencieron a las europeas por la mínima con un gol de córner corto de Mercedes Margalot a los 65 minutos. China fue el siguiente en la fase y lograron una victoria por 2 a 0 con doblete de la cordobesa Sole García. El 1° de diciembre se enfrentaron a Escocia y retomaron la confianza poniendo el marcador en 5 a 0 (Burkart, González Oliva, Aymar, García y Arrondo). El Grupo A lo finalizaron con un 2 a 1 a Corea (García y Stepnik) y un 1 a 0 muy complicado ante Rusia, donde volvió a aparecer la magia de Sole para poner la diferencia a favor.

Las Leonas estaban llenas de confianza. Habían tenido una primera etapa invicta y eso las dejaba comódamente en la semifinal. Pero ahí se venía difícil: el local Australia.

El espíritu que había nacido en ese país, en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, claramente estaba en ellas. Superaron a las de amarillo y verde por un 1 a 0. Y sí, el gol fue otra vez de la de las trenzas: Soledad García.

El 8 de diciembre sería la gran prueba, la final, y enfrente: Holanda. El partido terminó empatado 1 a 1 (Inés Arrondo) pero fueron a tiempo extra. La tensión era tal que ni si quiera pudieron sacarse diferencia en esos minutos. Llegaron los penales. La adrenalina aumentaba y las responsabilidades quedaban en cada vez menos nombres.

Las Leonas ganaron la serie por 4 a 3 y fueron campeonas del mundo por primera vez en la historia del hockey argentino. Burkart en dos oportunidades, Margalot y Rognoni convirtieron para la albiceleste, y la consagración vino con la atajada de Mariela Antoniska, que defendió el arco como lo indicaba la camiseta desde Sydney 2000, con garra.