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Claudia Schüler, emblema de la Selección Chilena: de un sueño a otro casi sin escalas

Del tiempo se dicen muchas cosas y también se le atribuyen bondades. Una de ellas es: “Pone las cosas en su lugar”. Y por caso, las redimensiona. Por eso, aunque sólo haya pasado algo más de una semana de la obtención de la clasificación del seleccionado chileno de hockey, Las Diablas, a un Mundial, el tiempo transcurrido ya la deja ver con otros ojos qué significa y qué faro tiene ahora todo aquello.

Claudia Schüler, arquera y figura de ese equipo, atendió a ESPN.com en el medio de sus vacaciones por el sur de Chile y reflexionó sobre lo que acaban de conseguir, pero también sobre lo que viene: “Hoy estamos felices”, cuenta, pero inmediatamente hace esta salvedad: “Sabemos que será nuestro primer Mundial pero queremos enfrentarlo como una oportunidad de crecimiento, queremos ir a jugar de igual a igual con el rival que nos toque”.

Se anima a mirar más allá, a ver que quizás un día los Juegos Olímpicos también puedan ser realidad y dice del DT Sergio Vigil, head coach y gran artífice de este logro: “Nos hizo creer que podíamos”.

Hace pocos días, La Roja consumó un hecho histórico: sacó por primera vez boleto a una Copa del Mundo. Nunca lo había logrado en mayores, en ninguna rama. Sin embargo, la Copa Panamericana que se jugó en Santiago hasta el 31 de enero fue el marco ideal para cumplir ese anhelo que por cuestión de fixture vio a Las Diablas conseguirlo primeras y a Los Diablos, al día siguiente. Ambos conjuntos jugaron luego la final del certamen ante Argentina, aunque cayeron con Leonas y Leones, que se quedaron con el título.

Aún así, el principal objetivo de Chile estaba cumplido: “Hemos podido asimilar un poquito más este logro histórico, es algo que hemos estado buscando en muchos años, no sólo nosotras, las jugadoras que estamos ahora sino generaciones anteriores, equipos anteriores. Hoy estamos felices”, dice Claudia, la mejor en su puesto por cuarta vez consecutiva en la Copa Panamericana. La alegría se transmite en la voz. Y no caduca.

Encima en casa, con nuestro público, nunca habíamos visto el estadio tan lleno como el día de la semifinal (ese día se consumó la clasificación ante EE. UU.) o en la final. Había mucha gente, mucha que es parte de la familia del hockey pero también mucha que no conoce tanto de este deporte y que les encantó, le gustó nuestra energía, le gustó cómo jugamos. Es no sólo un logro muy importante para nosotras sino que lo es también para el hockey chileno, para su crecimiento y para que este deporte pueda llegar a muchas más partes en el país y darnos a conocer”, sigue la arquera, que inmediatamente lega un sueño a otro sueño: “Ojalá que el hockey siga creciendo y esta sea la primera de muchas clasificaciones a mundiales y ojalá también más adelante, a los Juegos Olímpicos”.

Chile siempre vio de afuera, al menos en mayores, cómo otros celebraban ir al máximo certamen a nivel de selecciones. Pasaron camadas y camadas de jugadores, hasta que ese anhelo empezó a notarse más plausible a la vez que se diseñaban proyectos a largo plazo para dar con ese sueño. A veces incluso se vio mascullando la bronca de quedar en el umbral. Su tiempo fue hora. Tal vez por ello se celebre más y tal vez por aquello se entienda mejor.

Todo lo que vivimos estos años, los torneos que jugamos, algunos de mucho éxito como haber estado cerca de la clasificación en 2017, pero también otros de no tanto éxito como Lima 2019 (Juegos Panamericanos) donde no logramos una medalla fueron parte de un proceso de madurez del equipo. Creo que todo ayudó muchísimo a que lo lográramos acá, en casa, con nuestro público, que también fue fundamental porque fue una motivación extra ver las graderías llenas”, cuenta Schüler, quien debutó en el seleccionado mayor a los 14 años y lleva 18 representando a Chile.

En este sentido entra a cobrar fuerza el rol que ejerció Sergio Vigil, legendario entrenador del seleccionado argentino, Las Leonas, quien hace cinco años llegó para comandar el proyecto de La Roja. Como head coach y como líder, Cacho fue la llave. Así lo define una de sus jugadoras emblema: “Este último proceso, y sobre todo desde su llegada fue de muchísimo crecimiento, no sólo en lo técnico y en lo táctico, sino también en lo físico, lo mental y lo espiritual. En creer que podíamos, en creer que podíamos llegar a clasificar a un Mundial, eventualmente a unos Juegos Olímpicos. Eso fue súper, súper importante y Cachito un aporte enorme en generar esa confianza en el equipo, en la madurez (…) Trajo una energía… Sabemos lo que significa él para el hockey en el mundo, su concepto del hockey, su forma de verlo y no sólo en la parte deportiva, sino en la parte de equipo, en considerarnos una familia entre nosotras, el querernos, el apoyarnos, el dejar todo en la cancha no sólo por cada una sino por la compañera”.

Tras unos breves días de descanso, Chile volverá al trabajo próximamente, lo que implicará intensificar los entrenamientos y afrontar giras preparatorias para el Mundial. Luego allí, en la gran cita que tendrá lugar en España-Países Bajos entre el 1° y el 17 de julio, cuando suene la chicharra de su partido inicial podrá tildar de verde otro casillero en la lista de los sueños cumplidos.

Sin embargo, en este sentido, tampoco es que pretende conformarse ni ser un mero partenaire: “Sabemos que será nuestro primer Mundial pero queremos enfrentarlo como una oportunidad de crecimiento, ir a jugar de igual a igual con el rival que nos toque. Todavía no están los grupos pero ojalá podamos entregarnos al máximo, tener el mejor rendimiento y bueno, una nunca sabe, ojalá dar alguna sorpresa”, ríe al otro lado de la línea Claudia, la arquera que nació deportivamente en el club Manquehue y además trabaja como kinesióloga.

Es que, sabe Chile, ahora puede. Como sabe que el logro reciente trae consigo otras responsabilidades, entre ellas las de pasar a ser jugadoras un poco más reconocidas en un deporte no tan popular. Y ser, indefectiblemente, un motor de tracción. Por eso, pese al poco tiempo que pasó desde la obtención de la clasificación, varios deseos y un legado se avizoran. Estos hechos, que son una bisagra, nunca son sólo eso.

Espero que esta clasificación histórica al Mundial, no sólo de las mujeres sino también de los hombres sea un trampolín para que el hockey chileno siga expandiéndose en todo Chile, que sea una motivación para que gente que no conocía este deporte pueda querer jugarlo, aprenderlo. Espero también que podamos tener más recursos, más apoyo, no sólo del Estado sino también de privados, que sirva para que el hockey crezca, que el deporte siga haciéndolo en Chile y que ojalá de aquí no pare. Que podamos seguir clasificando a mundiales y también a Juegos Olímpicos, que no sea una sola vez”, cierra Schüler antes de volver a inmiscuirse en los paisajes del Parque Nacional Conguillío.

Renovar las energías después de semejante logro no sólo es necesario, es casi obligatorio como antesala de un Mundial.