La UFC volvió a la ciudad de Miami tras 20 años y el espectáculo y las peleas no decepcionaron.
Parece difícil pensar que el UFC pasó 20 años sin ir a Miami, una sede en la que parece tendrían que estar cada año, no solo por los gimnasios de alto nivel que están basados en esa ciudad, sino por la increíble respuesta de los fans del MMA. UFC 299 superó lo sucedido el año pasado, otra gran cartelera con la cuarta taquilla más alta en la historia de la promoción (las otras tres le pertenecen a Conor McGregor) y más allá de la confirmación de una gran estrella en Sean O’Malley, una increíble atmósfera generada por miles de ecuatorianos que no pararon de apoyar a Chito Vera.
Ningún combate de la cartelera decepcionó, pero tuvo grandes finalizaciones, que llevaron a Dana White a entrenar cinco bonos para todos los que terminaron la pelea antes de la distancia y para Dustin Poirier y Benoit St. Denis para la pelea de la noche.
Tercer evento numerado del año y al fin un campeón pudo retener su cinturón. Sean O’Malley con un desempeño para la historia.
El campeón de las 135 libras es un peleador muy diferente al que venció a Chito Vera en el 2020, pero no estaba claro la diferencia de progresión entre ambos. Vera se convirtió en el rey de las finalizaciones de las 135 libras en este lapso, mientras que O’Malley se ve cada vez más rápido, golpea con mayor volumen y su trabajo de pies luce cada vez mejor.
Lo que vimos la noche del sábado fue sin duda la mejor presentación de toda su carrera. Mantuvo a raya a Chito con su jab, le conectó a placer y estuvo muy cerca de terminar la pelea con un rodillazo que el ecuatoriano sobrevivió de milagro. Parte importante fue su defensa de las patadas medias y altas, que le costaron una lesión en el brazo, pero neutralizaron la mejor arma del sudamericano. El cinturón va de vuelta a Phoenix y el reto al monarca de las 145 libras está abierto. O’Malley tiene opciones y también es un claro candidato para estelarizar UFC 306 en La Esfera.
Dustin Poirier podría saltarse la fila
El CEO y presidente del UFC, Dana White aseguró que la pelea entre Charles Oliveira y Arman Tsarukyan en UFC 300 sería la que defina al siguiente contendiente para Islam Makhachev por el título de las 155 libras, pero Poirier podría haber cambiado con eso. Desde el anunció de White, Islam ha insistido en defender en el mes de junio para poder estar listo para una eventual defensa más en Abu Dhabi en octubre, lo cual la daría pocas semanas a Oliveira o Tsarukyan.
Poirier tomó una pelea de altísimo riesgo, a cinco rounds ante el finalizador Benoit St. Denis, a quien noqueó de forma categórica y llamó la atención de todos en la categoría.
Habría que esperar al 13 de abril, pero Poirier podría empezar con un mes de anticipación y salió ileso de un combate que podría haber sido una guerra larga. Como sea, el ruso tendrá un buen rival en su siguiente defensa.
Cuba tiene una estrella inmediata
Pocos pueden soñar con un debut como el que tuvo Robelis Despaigne en UFC 299. El cubano de 25 años ha avanzado a pasos tan grandes como él mismo en una corta carrera profesional, donde tiene cinco nocauts de primer round en el mismo número de combates. Los últimos cuatro no suman ni 50 segundos sumados gracias a la precisión, su agilidad y la pegada poco convencional, incluso para la categoría máxima.
El cubano espera pelear por el cinturón en menos de cinco peleas, algo que no parece descabellado si mantiene el nivel de expresividad.
En Miami, con un KO de 18 segundos y un bono de 50 mil dólares en su primera aparición encontró el escenario perfecto para meterse en la mente de los fans de inmediato.