Brad Binder se lleva bien con los sprint. El resto del año mostrará si su alianza con las carreras cortas se hace firme o si fue una golondrina de verano, pero el sudafricano se quedó con el 50% de los disputados hasta acá. Tras su triunfo en el sábado del GP de la Argentina, el piloto de KTM venció en la edición del GP de España, cuarta cita del Mundial que se vive por Star+.
El sprint de Jerez de la Frontera tuvo un comienzo muy accidentado, cuando Álex Márquez, Franco Morbidelli, Augusto Fernández y Marco Bezzecchi (líder del torneo) se entreveraron en la pista y terminaron por el piso. Dirección de carrera decidió parar todo con bandera roja y los pilotos debieron ir a boxes. Ya en esa primera partida, Binder había capturado la punta, superando a Aleix Espargaró, el dueño de la pole position. La segunda largada fue un revival de la anterior: otra vez el sudafricano saltó a la cima y nunca más la dejaría.
Detrás, Pecco Bagnaia fue recuperando posiciones y llegó al segundo lugar, sin chances de luchar con Binder y con el objetivo concreto de cuidarse de no cometer errores como los de Argentina y el GP de las Américas. Por eso, el italiano se conformó con el segundo lugar que le permitió achicar la brecha a tan solo tres puntos con Bezzecchi, quien llegó noveno. Jack Miller, compañero de Binder, fue tercero. El que la pasó definitivamente mal fue Aleix Espargaró, quien terminó por el piso y sepultó su ilusión de sumar buenas unidades con su posición de pole.
Por su parte, Enea Bastianini finalmente decidió bajarse de la fecha española. El dolor en la lesión de escápula derecha que sufrió en Portimao fue muy fuerte (ni con infiltración logró morigerarlo) y por eso, tras la última tanda de ensayos, anunció que no correría.