El sprint del GP de Países Bajos, octava fecha de MotoGP que se vive por Star+, marcó un hito: el 17º puesto que logró se trató de la peor actuación de Marc Márquez en carrera dentro de la categoría reina desde su debut en 2013. Si bien es cierto que en el GP de la Argentina de 2018 (el del recordado escándalo con Valentino Rossi) llegó 18º, en aquella oportunidad recibió dos sanciones. Una vez finalizada la competencia corta de Assen, el piloto de Honda fue muy sincero sobre el momento que le toca vivir.
“Quitando la lesión, este es el peor momento de mi carrera deportiva. Pero derrotarse es lo fácil, y yo nunca elegiré el camino fácil, sino el de la fuerza de voluntad, sacrificio, constancia, rutina…", dijo Márquez. La lesión a la que se refiere es a la fractura de húmero derecho que sufrió en 2020 en Jerez de la Frontera y que recién pudo terminar de recuperar al cierre de 2022 y tras pasar cuatro veces por el quirófano.
El español vive un calvario este año. Llegó físicamente impecable al arranque del ejercicio 2023, pero se encontró con una Honda inmanejable e impredecible; una moto que en cuanto se la exige un poco se encabrita y termina catapultado al piloto. Lo sufrieron Álex Rins y Joan Mir, ambos ausentes de Assen por lesiones. Y ni hablar de Marc, quien con el golpe de la clasificación en la catedral neerlandesa acumula 14 rodadas en ocho fechas, que para él fueron cinco porque se perdió tres por la fractura del pulgar de la mano derecha que padeció en Portugal.
Sabedor de la limitación que su Honda le pone en cada carrera, que si busca ir para adelante es muy probable que termine en el suelo y golpeado, Márquez decidió regular en el sprint de Assen y terminó a 19s916 de Marco Bezzecchi, el vencedor. Es decir, en las 13 vueltas que duró la competencia, el catalán perdió 1s5 promedio por giro contra la Ducati del VR46.
“Hoy estaba demasiado relajado, sin empujar. Ahora mismo corro para mí; para mis ingenieros. Yendo medio segundo más lento por vuelta, los problemas son los mismos; pero no tomo tantos riesgos”, aseguró. Y agregó: “Hoy salí bien, pero he visto que no era mi sitio y abría puertas y, cuando me han pasado y he visto un grupìto en el que iba cómodo, ahí he hecho la carrera, detrás de ellos, sin buscar pelea y con la mente en acabar la carrera”.
Para colmo, los golpes de Alemania (cinco caídas) le pasaron factura y llegó a Países Bajos con la fractura del pulgar de la mano izquierda, un esguince de tobillo y una costilla fisurada. “No estoy corriendo como se debe correr una MotoGP, porque no puedo. Este fin de semana no está sólo el límite de las malas sensaciones sino también que físicamente no es fácil. El dedo y el tobillo, bueno, pero la costilla rota... No había corrido nunca con una costilla fisurada y cada vez que activo el pectoral no puedo trabajar bien con el brazo y se me carga la escápula, porque voy en modo protección. Eso no me permite trabajar como quiero”.
Márquez aseguró que su compromiso con Honda sigue inalterable. Su vínculo con la fábrica japonesa es hasta el final de 2024. Desde la casa matriz ya tienen en mente la próxima temporada para no repetir errores y entregarles a sus pilotos una moto competitiva y segura. ¿Cómo seguirá la historia? Es una novela con final abierto.