El piloto, Aleix Espargaró. El lugar, Silverstone. El mes, agosto. Temporadas, distintas. La realidad, opuesta. 2022: el catalán de Aprilia marchaba segundo en el Mundial de MotoGP y llegaba al GP de Gran Bretaña para seguir alimentando su sueño de pelear por la corona. Cuando restaban 23 minutos para el cierre del cuarto entrenamiento, el catalán voló de su moto en Becketts, a 165 km/h y cayó pesadamente sobre sus pies. Los auxiliares lo retiraron en camilla y en el hospital del circuito le dieron el apto. Pero la lesión estaba ahí. Días después se anunció que tenía fractura en su talón derecho. Las carreras siguientes fueron tortuosas para el español y sus intenciones de dar batalla por la corona se esfumaron. 2023: Aleix llegó octavo en la tabla, lejos de la pelea por el ansiado 1, pero con una Aprilia en al que se trabajó muchísimo durante el receso del verano boreal. Y, tras una carrera fantástica, se dio el enorme lujo de superar a Pecco Bagnaia en la última vuelta para lograr un genial triunfo en la novena fecha de MotoGP, campeonato que se vive por Star+.
El mayor de los hermanos Espargaró, el menor volvió justo en esta carrera tras su tremendo accidente de Portugal en el arranque del ejercicio, largó desde el 12º lugar. Desde allí, capeó las diferentes situaciones que planteaba la pista, porque por momentos caía una llovizna que preocupaba a todos. Mientras tanto, adelante, Bagnaia lideraba con su Ducati y ya sin la pesada sombra de Marco Bezzecchi, quien se fue al suelo cuando luchaba por la punta. Poco a poco, Aleix se fue acercando al lote de punta, como Maverick Viñales, su compañero de equipo en la escuadra oficial de la casa de Noale (el ex-Yamaha finalmente fue quinto).
Cuando quedó segundo, el español de Aprilia comenzó a presionar a Pecco hasta que entraron en la última vuelta. Con más resto en sus neumáticos, sumado que el campeón sufría con su moto por un toque en el arranque que le rompió una aleta trasera, Espargaró diseño una superación antológica para llevarse el triunfo, el segundo en su carrera. El anterior fue en la Argentina, en 2022. La diferencia entre ambos fue que en Silverstone pudo celebrar con sus hijos, porque no habían viajado a la carrera de Termas de Río Hondo y la imagen de Aleix hablando en videollamada con sus niños tras el éxito dio la vuelta al mundo.
“Fue de locos desde la primera vuelta, incluso saliendo 12º me sentía fantástico, invencible, mi plan era adelantar y escaparme, pero con la lluvia mantuve la calma y dejé que fuera Pecco el que abriera pista. Al final empezó a resbalar todo y fue muy duro. Hay días, y yo no he tenido muchos en mi vida, que sales y notas que te sientes invencible, hoy era uno de ellos”, contó el feliz vencedor. “Hubo un momento en que quería pasar a Pecco, pero vi que él guardaba mucho neumático y decidí esperar detrás. Después comenzó a llover y fue un caos”, analizó y encontró la explicación a la superación sobre el campeón a la “tracción y el ritmo que tenía la Aprilia”.
Bagnaia, más allá de haber perdido un triunfo en la última media vuelta, se fue feliz de Silverstone porque estiró su brecha al frente del Mundial, gracias al abandono de Bezzecchi y al sexto lugar de Jorge Martín (gran recuperación del piloto de Pramac, quien quedó en el fondo tras el primer giro). El turinés llegó a Inglaterra con 25 puntos de ventaja sobre Martín y se fue con 41. El bicampeonato comienza a tomar una forma más sólida para el corredor de Ducati oficial.
En tanto, el suplicio de Marc Márquez no se detiene. El piloto de Honda se fue al piso (15ª vez en la temporada) y, entre caídas y ausencias por lesiones, sigue sin poder terminar una carrera de domingo en 2023. La última: Malasia 2022. El hexacampeón de la categoría reina quiere tener ya la posibilidad de trabajar sobre la moto de 2024 porque sabe que esta temporada está terminada, desde hace rato.